Puede que el término deconstrucción molecular te suene a muy científico y poco gastronómico pero, lejos de la realidad es el proceso a través del cual se ha conseguido responder a la demanda de deportistas, embarazadas o personas que exigen alternativas para compaginar el consumo de cócteles o vinos con un estilo de vida saludable. ¿Y cómo? Con Win, el vino sin alcohol, para aquellos que por decisión propia o por necesidad no pueden disfrutar de una copa.
Win es la primera marca de vinos sin alcohol creados por el proceso de deconstrucción molecular. Se elabora a partir de vinos blancos o tintos, procedentes de uvas de las variedades Verdejo o Tempranillo de viñedos situados en las D.O. Ribera del Duero o Rueda.
Esta técnica de la desconstrucción molécula, se desarrolla a través de un proceso que separa los aromas y el alcohol del resto de componentes del vino para luego incorporar de nuevo sus propiedades organolépticas sin alterar el vino. Se mantienen todos los beneficios para la salud del vino original, al contener polifenoles, antocianos y antioxidantes. Win es la primera en lanzar en nuestro país tres variedades distintas de vino sin alcohol: blanco, rosado y tinto. A día de hoy se puede encontrar Win blanco, tinto joven o tinto de crianza en barrica, Win verdejo frizzante o el espumoso.
Este caldo pertenece a Las Bodegas Familiares Matarromera y esta bebida fue uno de sus proyectos más punteros en 2004 al usar esta técnica de desalcoholización en colaboración con un grupo de investigadores estadounidenses.