En sus propias palabras, Antonio Flores es un hombre que ha experimentado todo el ciclo del vino: hacerlo, enseñarlo, venderlo y beberlo. Su padre, Miguel Flores, es probablemente la persona que más tiempo ha estado en activo en la bodega González Byass, en Jerez de la Frontera. Entró de ordenanza con 14 años y se jubiló a los 72 como director general técnico, tras pasar por todo el escalafón. Vivían justo encima de la bodega Tío Pepe Rebollo, solera fundacional de la casa, y allí fue donde nació Antonio. Por eso dice que “en las venas no tengo sangre,tengo Tío Pepe”.
Antonio ha seguido los pasos de su padre como enólogo y master blender González Byass, de igual modoque ahora empieza su hija; tercera generación. El listón, sin duda, lo tiene alto: Antonio ha sido elegido Mejor enólogo de vinos generosos del mundo en los prestigiosos galardones Winemaker of the Year. “Sólo se comunica lo que se siente, de otro modo es imposible”, asegura este hombre que seduce y contagia cuando se coloca, copa en mano, ante un grupo de visitantes de la bodega y les habla de sus botas y sus vinos como si de sus hijos, más aún de sus nietos, se tratase; con el mismo amor y la esperanza en lo que darán de sí en el futuro. Recientemente Antonio fue anfitrión de Richard Paterson, ‘la nariz’ de Escocia y maestro destilador de Whyte & Mackay, destilería con la que González Byass “tiene relación desde tiempos inmemoriales”, y cuyos whiskies, The Dalmore y Jura, comenzará a distribuir en España la compañía jerezana.
©Javier Estrada