Sin categorizar

Un perfume en el mueble bar

Aceite de brotes de clavo, de bergamota y de pimienta negra, extracto de jengibre, tomillo, vainilla ‘absolute’, vetiver, aceites de sándalo y amyris y alcohol de grano. Ni uno más ni uno menos, estos son los ingredientes que utilizó Frances Shoemack para la fórmula magistral de Abel Organics Vintage’13, un perfume tan orgánico, tan 100% orgánico, que puede utilizarse en coctelería. Vamos, que te lo puedes beber. Incluso en un té helado, como propone la misma Shoemack, neozelandesa residente en Ámsterdam que quiso que su formación como enóloga sirviera “para crear un perfume de la misma manera en que se desarrolla un vino. Por eso se llama Vintage’13, porque lo lanzamos con la añada de 2013 y pretendemos que, manteniendo la misma composición, sea la naturaleza la que marque las diferencias de cada ‘cosecha”. ¿Una locura? Quizá. De hecho, así explica Frances cómo nació Abel: “¿De qué manera empiezas a hacer algo cuando no sabes por dónde empezar? A pequeños mordiscos. Uno de ellos es analizar finanzas, estructuras de compañías, llamar a un colega y pedirle que te lo explique. Otro, pasarte una mañana ‘googleando’, leyendo, empollándote documentación. Para crear un perfume también hay que oler, oler mucho, crear conocimiento y analizar qué lleva y de dónde viene. Por último necesitas una ‘nariz’, la mejor de todas, y convencerla de que muerda contigo este elefante”. Esta ‘nariz’ se llama Isaac Sinclair, y junto a él y el artesano Jurre Slijkerman (autor del envase, de cristal reciclado y madera), además de la ayuda de Dave, su marido, Frances puso en pie este pequeño gran negocio. ¿Y por qué Abel? “Porque Abel Tasman fue el primer europeo que pisó tierras neozelandesas, allá por 1642”, guiño a la conquista de nuevos mundos que tiene mucho que ver con su filosofía.

Eso sí, no obviemos que no sabríamos nada de la existencia de Abel si no fuera por el olfato inquieto de Anabel Vázquez y María Martínez, creadoras de la tienda de belleza online Laconicum. Ellas son sinceras: “De este producto se pueden contar tantas cosas que no sabemos por dónde comenzar. Y sí, es unisex”. Dicho esto, todo apunta a que lo mejor será comprarlo. Y usarlo. Y agitarlo. Y beberlo. Y anhelar la siguiente añada (laconicum.com/abelorganics.com).