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De los creadores del aclamado restaurante italiano Mo de Movimiento dirigido por Felipe Turell y Javier Antequera, llega ahora este nuevo proyecto sostenible que promueve el consumo responsable siguiendo el espíritu de su grupo Proyectos Conscientes.
El ecologismo, la pequeña producción, la ganadería y pescadería regenerativa estructuran el menú de este restaurante construido en base a materiales reutilizados sobre una antigua nave situada en el barrio de Prosperidad.
‘Con TRAMO avanzamos en nuestro compromiso por un consumo responsable rediseñando una nueva manera de ocio urbano, dando forma a soluciones centradas en la autosuficiencia, la regeneración, proximidad y la inclusión social e incorporando nuevos procesos e investigaciones en torno a los retos del siglo XXI’, rezan las notas del restaurante.
Las bases del éxito sobre las que se erigió Mo de Movimiento, y su filosofía eco-futurista, vuelven a emerger en este local experimental de estética minimalista e industrial iluminado por la luz natural a lo largo del día, y por una constelación de velas al caer la noche.
Arquitectura regenerativa
TRAMO, diseñado por los estudios SelgasCano y Andreu Carulla, cuenta con una amplia cocina abierta, y una estructura de techos altos que recorren los 466 metros cuadrados del espacio concebido desde el diseño autosuficiente y regenerativo.
Para materializar toda esa realidad, Proyectos Conscientes colaboró con una serie de expertos en bioingeniería y sostenibilidad integral y circularidad; conceptos que atraviesan desde la funcionalidad del espacio, y su sistema de climatización natural, hasta el mobiliario de segunda mano o la vajilla hecha con arena extraída de la reforma.
Cocinando el futuro
En cuanto a la propuesta gastronómica, esta se extiende a través de 30 platos enmarcados en una serie de tipologías: entrantes, huerto, carne, pescado o postres, que ponen el foco en el producto de temporada.
En la carta, podemos encontrar elaboraciones destacadas como su anchoa con mantequilla ahumada, sus navajas a la brasa, pilpil y cítricos, su lubina a la brasa, o pierna de ternasco de Aragón IGP, berenjena y kéfir salvaje; para acabar con un delicioso postre como su flan de leche fresca de cabra y un vino ecológico con los que cerrar su círculo sostenible y saludable para el planeta.
