El baobab es un fruto africano que nace del árbol del Baobab, conocido como el árbol de la vida. De aspecto similar al coco y con un sabor agridulce, se utiliza desde hace cientos de años para usos cosméticos y gastronómicos. La pulpa del baobab tiene un gran valor nutricional por ser una gran fuente de hierro; gracias a su alto contenido en potasio, regula la presión arterial; su alto contenido en calcio ayuda a mantener los huesos fuertes y en forma; y, el magnesio, protege nuestro sistema inmunitario al ser rico en vitamina C. Todas las proteínas, vitaminas y minerales del baobab se encuentran en su pulpa, en sus hojas y en su semilla, constituyéndose como un ingrediente ideal para el cutis, el cabello y las uñas.
De entre las vitaminas que contiene, la B1 y la B2 favorecen la regeneración de la melanina de la piel; la B6, regulariza las secreciones del sebo de la piel; la B4 estimula la circulación sanguínea, la E combate la formación de los radicales libres, y los ácidos grasos polinsaturados aseguran la óptima hidratación y protección de los tejidos de todo el organismo.
El baobab se puede encontrar en productos de cosmética como aceites cutáneos y cremas, y en gastronomía se puede utilizar y tomar directamente en polvo, tostando las semillas, en zumo o haciendo sopa con las hojas de la planta.