Existen postres para auténticos golosos, para golosos medios y para los que el dulce ni les va ni les viene. Postres rellenos y cubiertos por una importante capa de chocolate o dulce de leche, y otros que precisan ayuda de algún tipo de líquido, sea un zumo o café, para que éste llegue a nuestro estómago en las mejores condiciones.
¿Uno que se sitúa en el punto exacto entre lo extra dulce y lo “poco dulce”, ideal para acompañar (o no) algún tipo de zumo o brebaje? La tartaleta de albaricoque. Un postre rico, poco empalagoso y muy rápido de hacer que nos propone la editorial 5 Tintas (fundada por Cristina y Ramón Paricio) . ¿Tienes 45 minutos por ahí sueltos? Pues toma nota y manos a la obra.
Ingredientes:
375 g de masa de hojaldre preparada, descongelada si es el caso
100 g de mazapán
12 albaricoques en almíbar cortados por la mitad y escurridos
Mermelada de albaricoque para glasear
Azúcar mascabado claro para espolvorear
Modo de preparación:
Con la ayuda de un plato de postre como plantilla, cortamos cuatro círculos de aproximadamente 8 cm de diámetro de masa de hojaldre. Con un cuchillo afilado, marcamos una línea de aproximadamente 1 cm desde un extremo de cada círculo.
Estiramos el mazapán con un rodillo hasta conseguir un grosos de 5 mm y cortamos cuatro círculos que quepan dentro de los dos círculos de masa. Posteriormente, colocamos los cuatro círculos de masa sobre una bandeja de horno, luego los círculos de mazapán en el centro de cada uno y los coronamos con tres mitades de albaricoques con la parte del corte hacia arriba. Espolvorear un poco de azúcar.
Después, colocamos la bandeja de horno sobre otra bandeja ya precalentada (Esto ayudará a que las bases de masa queden crujientes) y las introducimos en un horno a 200° durante 20-25 minutos hasta que la masa se hinche y se dore y los albaricoques se caramelicen un poco por los lados. Mientras estén todavía calientes, glaseamos las tartaletas con un poco de mermelada de albaricoque y listo para degustarlas.