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En Leña, su restaurante dedicado al arte culinario de las brasas, si hay un postre que ha cautivado a todos los comensales, esa es la tarta de rosas que Dani García sirve con dos bolas de helado de mantequilla tostada. Un delicoso y crujiente pastelito de categoría sublime que el chef elabora con brioche caramelizado, kougi aman u hojaldre con vainilla.
Este postre evocador que adquiere el aspecto de una serie de capullos de rosas a punto de abrirse con una textura de bizcocho muy delicada, se presenta como un homenaje al cocinero Matías Perdomo, del restaurante Contraste Milán. Una recreación exclusiva de alta repostería que del equipo de Dani García únicamente elabora 50 unidades al día.
Se trata de un postre creativo que la crítica gastronómica que ha tenido la oportunidad de degustarlo tanto en sus establecimientos de Marbella, Madrid o Dubái lo ha encumbrado como uno de los platos más deseados de Dani García.