Trabajó durante años como redactora de moda en la web de Vogue España y muy pronto dio el salto a la pequeña pantalla de la mano del programa Non Stop People del nuevo canal de televisión Movistar. Hoy, convertida en la nueva chica del tiempo en Tele 5, descubrimos que además del periodismo y la moda, la gastronomía es otra de sus grandes pasiones. ¿Quieres conocerla? Pues atento al siguiente cuestionario al que la sometimos. Y cuidado porque abre el apetito. Y mucho.
- Tú comida favorita…
¡Todo dulce! Tengo que reconocer que mis filias gastronómicas van por temporadas (soy muy de tener antojos), a veces me obsesiono con la tarta de limón de Embassy, otras con las tartaletas de frambuesas de Mamá Framboise o los ‘petit pain au chocolat’ de cualquier pastelería artesanal.
En lo que se refiere a salado, ocurre más o menos lo mismo, aunque el salmorejo y las patatas (cocinadas de cualquier manera) no fallan.
- …y la que más detestas.
El marisco. Cuando escribía para el suplemento de Vogue Gourmet y acudía a conocer algún restaurante para documentarme, tenía que fingir que me da alergia porque me daba muchísima vergüenza reconocer que no me gusta. Aún lo hago cuando veo al camarero con ganas de insistir en que sus gambas son las más frescas del mercado y que si no me gusta es porque no he probado esas que tiene ahí…
- Si pudieras elegir, ¿qué comerías ahora mismo?
El plato de pasta fresca trufada con huevo escalfado y mucho parmesano de Bruno en Ouh Baboo! o unos huevos revueltos con jamón y un Spritz con mi amiga Ana en cualquier terraza en la que haga sol.
- Tu primer restaurante…
Soy de Andújar, Jaén, allí se estila más salir de tapas que ir a restaurantes (aunque la gastronomía es increíble allí con toda la carne de caza y las verduras de los hortelanos locales, por no hablar del aceite y las aceitunas). Igualmente mis primeros recuerdos se van más a las reuniones familiares: somos una familia muy numerosa y muy unida y los arroces en la casa de campo de mi tía son épicos.
- Y al que volverías sin parar…
Al Café de París. Es el lugar perfecto para arreglar cualquier día malo, es como hacer un viaje sin moverte de Madrid. ¡Y sirven patatas a demanda!
- El que no recomendarías ni a tu peor enemigo…
Cuando llegué a Madrid vivía en una casa en la que la ventana de mi cocina daba a la cocina de un restaurante, desde ahí podía ver lo que pasaba en el interior y era tan grasiento y sucio que por suerte ya está cerrado, si no, sería ese sin duda. Ocurre lo mismo con algunas malas experiencias que he tenido (por la falta de honestidad en el precio o por incidentes desagradables como encontrar una cucaracha de esas pequeñas en la comida) por suerte, están cerrados.
- Un sitio por conocer…
¡Miles! Me encanta pasear e ir caminando en la medida de lo posible de un sitio a otro, Madrid es una ciudad perfecta para ello, así que casi siempre descubro algún rincón que me hace sacar el móvil corriendo y escribir a la persona indicada ‘Tenemos que venir a probar este sitio’.
- Tu bebida favorita…
Sin alcohol, la limonada casera (si tiene violetas, muero de amor) y con alcohol, según el momento, pero soy más bien de saborear cócteles. En mi paso por la revista GQ como redactora tuve la oportunidad de escribir sobre coctelería y conocer en profundidad la labor de los bartenders, ahí me enamoré del mimo y la historia que hay detrás de cada receta: en invierno me encanta el ponche de ginebra con cerveza de jengibre y chai tea, al ser tan especiado, entras en calor al instante. También me declaro fan del Daiquiri (del de Jordi Otero) y las margaritas del Entre suspiro y suspiro.
- Tu primera copa fue de…
Empecé a consumir alcohol más tarde de lo habitual porque no me gustaba el sabor así que me ahorré el momento Martini-piña, Licor 43 con batido de vainilla y esas mezclas con granadina o blue tropic, y pasé directamente al Gin Tonic.
- …y la última?
Anoche, brindando por la amistad, por los grandes encuentros y por el buen vino.
- El plato que mejor te sale…
No soy muy cocinitas por falta de tiempo pero el brócoli gratinado (con quilos de queso, pavo, bacon…) tiene buena acogida.
- Una canción / peli / libro que te dé hambre…
Como agua para chocolate. La forma en la que describen las recetas y la mezcla con las emociones es pura magia.
- Una canción / peli / libro que te revuelva el estómago…
Cualquier imagen en la que aparezcan gusanos (tuve una mala experiencia con unas galletas y gusanos, no volveré a comer nada a oscuras).
- Un aroma / recuerdo sensorial de la infancia…
El olor al comedor de la guardería sigue muy presente en mi memoria. También la mezcla de Petit Suisse con salado, mi madre camuflaba la comida alternando cucharadas dulces con las de puré o lo que tocase ese día. Si tuviese un euro por cada vez que he escuchado la cantinela «Flora, come» estaría en la lista Forbes, encabezando.
- ¿Qué pedirías en tu última cena?
Comida de mi madre.
- ¿Qué tres cosas no faltan nunca en tu nevera?
Leche (con cacao soluble y café en cantidades industriales), quesos y calabacín.
- ¿Qué plato no soportabas de pequeño y ahora te gusta?
Las lentejas.