Forma parte de una de las bandas de brit pop más adoradas de los 90, pero, además de bajista de Blur, es un premiado quesero artesano que colabora con Beefeater Burrough’s Reserve para recuperar el aperitivo de los clubes de caballeros del Londres del siglo XIX.
- Tu comida favorita…
Fácil. El queso.
- …y la que más detestas.
Cuando estuve en Japón probé la lengua de ballena cruda. Era como masticar la mía propia, así que creo que nunca llegaré a ser muy fan de ese plato.
- Si pudieras elegir, ¿qué comerías ahora mismo?
Unas tapas de chorizo al infierno.
- ¿Tu primer restaurante?
Mi abuelo, que era chef, dirigía un pequeño hotel donde solía ayudarle en la cocina. Así que mi primera experiencia fue un poco entre bastidores.
- El que no recomendarías ni a tu peor enemigo.
No me gustan los sitios de ‘Come tanto como puedas’.
- Un destino por conocer.
Hace poco estuve en un restaurante en Perú y no supe reconocer ni un solo ingrediente del menú. Pero me encanta descubrir cosas nuevas.
- ¿Tu bebida favorita?
Me he enamorado de Beefeater Burrough’s Reserve. ¡Es una obra de arte!
- La primera copa que te tomaste fue…
De sidra. Es el paso previo de los adolescentes británicos para empezar a beber.
- …¿y la última?
Una copa bien fría de Burrough’s Reserve, claro.
- El plato que mejor te sale.
Me encanta cocinar pizza con mis hijos.
- Una canción, película o libro con la que te entre hambre.
Me apasiona leer libros de cocina. Jane Grigson es mi escritora favorita. Siempre me hace sentir hambriento.
- ¿Alguna que te revuelva el estómago?
No suelo escandalizarme por nada.
- Un aroma o recuerdo sensorial de tu infancia.
Leche tibia y olor a fogata.
- ¿Qué pedirías en tu última cena?
Roast beef con una salsa elaborada con mi queso Blue Monday. De hecho igual esta noche ceno eso…
- ¿Qué cosas no faltan nunca en tu nevera?
Si tienes mantequilla, huevos y leche, no tienes nada de qué preocuparte. Nada en el mundo.
- ¿Qué plato no soportabas de pequeño y ahora te encanta?
Las ostras. A nadie le gustan la primera (o segunda) vez. Necesitas probarlas unas seis veces. Entonces es cuando te enganchas.