Judith Jáuregui, una de las pianistas más interesantes de la actualidad, acaba de presentar su disco Die romantische Seele (El alma romántica), con música de Clara y Robert Schumann. Y, como buena donostiarra, sabe conjugar a la perfección dos de sus pasiones: la música y la gastronomía.
Tu comida favorita…
La merluza rebozada de mi madre. No tiene parangón y cada vez que voy a visitarla sabe que se la voy a pedir.
… y la que menos te gusta.
No puedo con la casquería.
¿Qué plato no soportabas de niña y ahora te encanta?
El puré de calabaza. Y si lleva un poco de sal de pimentón y picatostes con frutos secos, aún más.
El último restaurante en el que has sido feliz…
Unas semanas antes del confinamiento estuve viajando por Argentina y Jorge Monopoli en su Kalma Restó de Ushuaia nos regaló una noche memorable.
… y el que no deja de motivarte una y otra vez.
La marisquería Ondarreta de San Sebastián. Sueño con sus mejillones, sus croquetas y su salpicón de marisco en su pequeña terraza. ¡No fallo ningún verano!
¿El primer plato que aprendiste a hacer?
Al margen de los de vuelta y vuelta, fueron unas berenjenas a la bolognesa. Aún recurro a esa receta.
¿Y el último?
Estas semanas he jugado con algún asado, que no ha quedado deslucido del todo. Aunque aún hay que perfeccionar la técnica.
El plato que mejor te sale…
Hago un arroz con pollo al curry que suele recibir alabanzas. Y en casa me piden que haga semanalmente granola casera para desayunar.
…y uno que nunca has conseguido hacer.
Una buena tortilla de patata, que es de mis cosas favoritas.
Un menú que nunca falla.
Una buena txuleta, con lechuga fresca y cebolleta bien aliñada y patatas fritas crujientes. Quién da más.
Si pudieras elegir, ¿a qué cocinero invitarías a cenar?
A Andoni Luis Aduriz, porque cuanto más le leo y más le escucho, más le admiro no sólo como genio de la gastronomía, sino como pensador y ser humano.
¿Recuerdas el primer restaurante que te impresionó?
Celebré mi mayoría de edad en Arzak y lo recuerdo como la primera vez que pensé que la comida iba más allá del plato. Me impactó.
Un restaurante por conocer.
Noor de Paco Morales. Conozco a Paco de su época en Al Trapo en Madrid y me fascina su energía y sus ganas de aunar cultura y gastronomía. Lo que ha hecho en Noor es espectacular y estoy deseando ir un día a Córdoba, visitar la Mezquita, recorrer sus calles, sentir su historia y terminar con el viaje andalusí que propone Paco.
Tu primera copa fue de…
Probablemente de sangría en mis veranos familiares de Baleares.
¿Qué tres cosas no faltan nunca en tu nevera?
Pomelos, porque cada día comienzo con zumo de pomelo para limpiar mi organismo. Y siempre hay tomate, que me socorre tantas veces, y mi capricho: chocolate con sal.
¿Qué pedirías en tu última cena?
Esa maravillosa merluza de mi madre. Y de primero su caldo que tantas veces me ha sanado.