Nombres propios

Tapas Interview | Vis a vis con Nil Ojeda

El genio de la creatividad constante en Internet aún no conoce su techo. Tras organizar un falso juicio para una promoción de su marca, Nil Ojeda defiende que quiere seguir desarrollando sus ideas y buscar la originalidad constante.

Nil Ojeda posó para 'Tapas' el 17 de febrero. Lleva chaqueta naranja de Junya Watanabe x Carhartt. Foto: Quieto Carlos

Después de la sesión de fotos y grabaciones con Nil Ojeda en Madrid toca la entrevista. Tras posar aguantando una bandeja con un menú de preso o actuar toda la mañana, debe estar cansado. “No mucho. Lo único es que a las 16:30 viajo en tren a Murcia. La verdad es que hoy está siendo un día tranquilo”, responde ya con otra ropa, más cómoda, al planteárselo. Y lo dice sin ironías. Este creador de contenido destaca por su capacidad multitarea. Empezó haciendo vídeos para YouTube montando en su scooter en los skateparks de Barcelona, pero pronto avanzó con sus revolucionarios directos en Twitch, su podcast club 113, y la joya de la corona, su innovadora marca Milfshakes. Incluso ha llegado a colaborar con Mr. Beast, el mayor youtuber del mundo. Esto le ha servido incluso para ganar premios. En 2024 se hizo con el Premio Especial GenZ –que es el reconocimiento de mayor prestigio en la GenZ Awards en España– y el Premio Ídolo al Emprendimiento digital, donde en 2022 consiguió el premio Ídolo del año.

Él define su marca como un concepto artístico basado en la aleatoriedad. Con ella está redefiniendo los conceptos clásicos del márketing en España. Habituales son ya sus drops [lanzamientos] en los que realiza alguna acción inesperada para captar la atención de todo el mundo. La empresa nació bajo la idea de ser una marca de ropa, pero el producto lanzado ha variado desde un lingote de oro hasta un casco de moto. ¿Lo último? Anunciar un falso proceso judicial en redes sociales para promocionar su próximo producto. “Pues nada, parece que voy a tener mi primer juicio […] Te invito si tienes más de 18 años”, anunciaba en sus redes sociales, convocando a sus seguidores en el Colegio de la Abogacía de Barcelona.

El motivo por el que, en teoría, lo habrían denunciado era por violar la Ley de Propiedad Intelectual publicitando un menú en colaboración con la hamburguesería Vicio. Habían grabado un anuncio indicando el menú: dos tipos de hamburguesas picantes y un batido dulce de Milfshakes para rebajar el picor. En la caja incluían uno de tres coleccionables artesanales (que insistían que no eran juguetes). El menú se llamó H***Y Milf( shakes). Vamos, a cualquiera le recordaría a la cadena estadounidense del payaso. Al falso juicio asistieron unas 200 personas. Entre ellas, otros creadores de contenido y hasta Ben Yart, artista urbano, hacía de abogado.

¿El resultado? Medios de comunicación nacionales reproduciendo lo sucedido en el evento, una comunidad entregada y la gente revendiendo ya las figuritas coleccionables a más de cuatro veces el precio del menú en plataformas como Wallapop. “Ha tenido más repercusión de la que esperábamos”, reflexiona Nil Ojeda, ya sentando en el sofá del estudio. “Cuando hacemos cosas así de arriesgadas temo porque se entienda la idea, pero creo que se ha captado”. Todo tiene su planificación: “está pensado hasta el lado por el que salgo del coche”.

Para muchos, la colaboración entre ambas marcas es más una demostración de originalidad que el fin de vender el producto. “Totalmente”, vacila entre risas. “Muchas de las campañas se basan en quemar dinero y casi hacerlo por amor al arte. Buscamos crecer la imagen de la marca, demostrar lo que podemos hacer… Al final invierto todo para una campaña chula. Te aseguro que más del 50% de los lanzamientos han sido rascando el recuperar la inversión o incluso pérdidas”, confiesa.

¿Qué tiene entonces de especial su marca? “Nunca sabes lo que puedes esperar. Siempre va a haber algo que te guste. Sea por el producto o por la temática. Es como un circo. Siéntate y disfruta. Sabemos que hay gente que consume el contenido y que nunca va a comprar”. La clave del éxito para bajar a tierra sus locas ideas es que el proceso es colectivo: “todo empieza desde una idea básica, por muy demente que sea, pero luego con el equipo se va desarrollando poco a poco: uno le suma algo, otro lo corrige y se acaba cambiando. De ahí se va generando como una historia alrededor de esa idea entre todos”.

Lee la entrevista completa en nuestro número 102, ya en quioscos, o compra el ejemplar en la tienda de SpainMedia.