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María Antonia Escapa se ha convertido en una eminencia tanto en el mundo de los negocios, como de la gastronomía y el arte. Empresaria e inversora en varias compañías inmobiliarias y alimentarias, así como miembro del ‘Consejo Internacional de Mecenazgo de la Fundación Museo Reina Sofía’, Toñi alberga infinidad de títulos y obras de arte contemporáneo.
La construcción de ‘La Big Boss’
Tras una larga carrera en varias disciplinas y sectores en los que quizás no encontró la pasión real, como cuando fue maquilladora de cine, teatro y televisión, la fascinación la llegó a experimentar a lo largo de sus 20 años al mando de una perfumería de León; una emoción que incluso se elevaría a una escala mayor cuando entró en el mundo del diseño, el arte y la estética. ‘Me interesaba más lo que tenía que ver con el diseño, todo lo que fuera un poco más parte estética, nunca la numérica. Siempre me ha podido más el corazón que la cabeza‘.
Y es que, antes de abrir Ferretería, Toñi tuvo muchas otras vidas. En su pueblito de León ya establecería asimismo conexiones con otra de sus pasiones: la gastronomía. Allí se encargaba de organizar jornadas gastronómicas en base a esa sensibilidad culinaria que desarrolló desde la niñez hasta la adolescencia en su casa, con su familia, con ‘las mujeres o guisanderas que cocinaban maravillosamente bien’.
Esas raíces, junto a su defensa del producto español -pero sobre todo del leonés-, y la manera de hacer las cosas en su tierra, sentarían las bases y las influencias de su proyecto gastronómico.
Ferretería
Esa visión gastronómica y creativa la acabaría trasladando a una antigua y pequeña ferretería situada en la calle Atocha 57 de Madrid, que abrió sus puertas por primera vez en 1888 de la mano de Don Esteban García con ‘una visión bastante avanzada y la idea de importar artículos que procedían de Nueva York, de Alemania, de Inglaterra’.
A Toñi le cautivó al instante. ‘Me saltó así porque si en una página de internet, y fue un amor a primera vista a pesar de que el local estuviese absolutamente desvencijado. Me pareció que lo poco que se podía ver de ese local como los mostradores, las cajas, etc, tenían mucha historia que contar […] El tesoro era el local en sí mismo.’
Recién llegada a Madrid desde León, se embarcó entonces en ese gran reto de reinvención con la finalidad de poder reflejar en él su concepto de la cocina leonesa; habiendo mantenido ya un vínculo previo con todo ello por el hecho de pertenecer a la Academia Leonesa de Gastronomía, la cual le concedió un premio el año pasado como ‘Personaje leonés del año‘.
Tras un largo período de restauración, la leonesa acabaría abriendo las puertas de Ferretería en 2018. ‘Ahí ya decidí meter mi propia colección de arte contemporáneo, porque pertenezco al Museo Reino Sofía. Me parecía muy curioso meter un tipo de cocina, dentro de un orden clásico, basado en esos sabores y aromas que te recuerdan lo que era la comida de casa, dándole un pequeño toque contemporáneo’, continúa.
El restaurante ya trascendía así desde sus inicios por toda la historia, las antigüedades, así como por su concepto de ‘ galería de arte culinaria‘ en la que apreciar la gastronomía y las obras creativas al mismo nivel. Porque para Toñi ‘la gastronomía es como el octavo arte’.
Ferretería se presenta como un lugar en el que compartir la experiencia de manera colectiva. ‘Es muy importante que el cliente se sienta en su casa, que lo sientan como algo propio, que se vuelvan a crear tertulias, tratar de recuperar eso. Me encanta ver a la gente sonreír, y que al tiempo disfruten de un producto y de una cocina que no es para nada sofisticada pero que está muy rica.’
El restaurante presume de tener una identidad muy marcada, que incluso podría materializarse como la extensión de la de Toñi; de su mundo interior, de su personalidad, sus pasiones e influencias. ‘Destaca por sí mismo, el local en sí atrapa, es como si tuviese un alma propia. Que a lo mejor es la mía trasladada, y esa pasión que le pongo, ya que mezcla mucho de mi esencia, reúne todo: la gastronomía, el arte contemporáneo y las antigüedades’.
La gastronomía como arte
El arte de la ferretería se fusiona con el gastronómico en su establecimiento a través de determinados menús en los que la presentación establece un vínculo entre ambas disciplinas. ‘A veces se juega en la presentación con ese sentido artístico. El arte para mi es algo que te tiene que causar una muy buena sensación, entonces al final es lo que se crea.’
‘Esa sensación agradable que te produce la contemplación de una obra de arte con la sensación de ver un plato correctamente presentado, que además te resulte agradable a la vista y que a nivel aroma y sabor sea lo mejor posible’.
Propuesta culinaria
Al igual que su espacio expositivo y sus piezas, su carta -que revisita la tradición española– también va evolucionando con el paso del tiempo y las temporadas, como si se tratasen de obras de arte temporales y permanentes. ‘Cada cambio de estación hay un cambio de carta, pero después están los clásicos ferreteros como la croqueta de cecina de león, de jamón, el buñuelo de morcilla que siempre permanecen.’
Sin embargo, más allá de la gastronómica, en el restaurante sirven otro tipo de experiencias en su taller, ubicado en el piso de arriba, en el que llevan a cabo distintos eventos o clases en las que aprender a elaborar platos especiales.
Una obra ecléctica de antigüedades y piezas contemporáneas
En Ferretería, la comisaria de todas las obras instaladas en sus distintas salas es la propia Toñi, que reúne toda una colección artística que abarca desde vajillas y copas del siglo XVIII, hasta obras contemporáneas de Warhol, Dalí, Chillida, Antonio López e incluso un pozo de Cristina Iglesias y/o de otras artistas con las que potencia el arte femenino.
‘Eso es una locura, todo el mundo me dice: ¿tú estás loca? Y digo sí, el arte es también para compartirlo. Al final, sólo lo disfruto yo y pienso que al artista le encanta ver su obra reflejada allí.’
Hits ‘Ferreteros’
A la respuesta de los momentos más épicos que ha habido en Ferretería a lo largo de estos cinco años, Toñi responde: ‘Épico es cada día, y cada persona que entra. Yo lo veo como épico, a mi me da igual la persona. Para mi tan importantes son las personas del barrio que son adorables, como las del mundo del arte, escritores o personas muy reconocidas.’
A ese pensamiento se suma su política de no hablar de quién pasa por Ferretería, con el fin de proteger la identidad tanto de los comensales del ‘pueblo’ como de la realeza. De hecho, la visita de los reyes a su restaurante, que Felipe VI eligió para celebrar su cumpleaños junto a la reina Letizia, fue uno de esos momentos para recordar que Escapa ha querido preservar de puertas para dentro.
‘Fue una grandísima sorpresa evidentemente, porque fue absolutamente inesperado, no avisado. Se que debieron de sentirse cómodos, que es lo único que pido a todo el mundo.’
La resiliencia de Toñi y Ferretería
Conocida como ‘La Big Boss’ -mote acuñado por sus hijas y su propio equipo-, Toñi cuenta con una larga trayectoria como una poderosa mujer de negocios en una industria mayormente ocupada por hombres, aunque siempre haya luchado por imponerse a esa brecha de género.
‘Siempre he estado rodeada de señores, pero con mis decisiones propias no era fácil, en un mundo de hombres. Yo seguí para adelante. Ciertamente ha sido una lucha, y hasta que te abres un hueco pues fácil no es, pero la vida no lo es para nadie. Simplemente hay que ser rebelde, ponerle un poco de garra y muchísimo humor. Rebelarse contra las adversidades, sin conformarse. Al final, ves la vida y le pones esas ganas suficientes como para decir: ¿es que yo estoy aquí, os habéis enterado?’
Esa filosofía de vida con la que se ha abierto paso a través de la resiliencia y el activismo es, en parte, lo que le ha llevado a celebrar 5 años de éxitos de Ferretería; a vivir una historia catártica y evolutiva en la que ha combatido adversidades como una enfermedad, una pandemia, muertes y oleadas como una expansión de otros tipos de cocina en las que se veía perjudicada la cocina tradicional.
Sin embargo, Ferretería continuó hasta llegar donde está, sustituyendo la exclusividad por la apertura y democratización de su obra artística y gastronómica a la que quiso rendirle tributo durante su quinto aniversario celebrado el 29 de septiembre. ‘La vida está para celebrarla, y es un lugar muy propio para celebrar’, sentencia la fundadora.