En el nuevo número de Tapas nos tomamos un café con Andreu Buenafuente para hablar sobre humor, confinamiento, amigos, dibujos y gastronomía (mucha gastronomía).
Coincidiendo con la publicación de su nuevo libro, Reír es la única salida (HarperCollins), una recopilación de sus diarios más personales, nos colamos en la casa del cómico y presentador de Late Motiv justo el día siguiente a empezar a emitir su programa desde el plató.
Tras el regreso a la nueva normalidad asegura que el confinamiento le ha enseñado algunas cosas: «A mí esto me ha servido para quitarme muchas tonterías de la cabeza, valorar lo que tengo. ¿Sabes cuando estás bien y quieres que te dure? Pero luego viene alguien siempre que te lo estropea…».
Buenafuente además, es un apasionado de la gastronomía. Incluso hace años tuvo un restaurante en Barcelona. La experiencia empresarial no funcionó, pero le sirvió para valorar aún más la restauración: «Aunque me avisaron de que me la iba a pegar, me la pegué. Pero fue un accidente maravilloso. Allí me di cuenta en primera persona de lo complicado que es. Porque en un programa de televisión si lo que ves no te gusta, le das al botoncito y te vas. Pero allí tenías prisioneros, rehenes, personas a las que les ibas a poner cosas en su estómago, y eso me parecía una responsabilidad brutal».
LA COCINA Y LA CREATIVIDAD
Pero su amor por la gastronomía, reconoce, va más allá de la comida: «Siempre digo que valoro tres gremios especialmente, que me influyen mucho: uno es el de los músicos; otro, los actores, y luego los cocineros. Y lo digo con fundamento, porque tuve mucha relación con Ferran Adrià, algo que me hizo muy feliz en su momento, y aprendí mucho de él. Con él descubrí que ese universo de las cocinas tiene mucho de trabajo en equipo, de creatividad, de riesgo y de investigación, y eso me fascinaba».
Buenafuente se refiere al café como su «penúltimo vicio»: «Está muy asociado a mi vida y a mi carrera. Toda mi vida ha sido trabajar mucho mucho, y ¡cuántos cafés me habré tomado! No concibo entrar en un plató sin un café. Normalmente bastante malo, de esos de máquina, pero hasta ése me gusta».
En sus diarios también muestra su lado más creativo y también cuenta cómo, mientras dejaba cafés enfriándose, se le ocurrió la idea de dibujar con los restos: «Mi carrera artística es la de un copión, lo reconozco. Como no tengo formación académica, todo lo que veo, me lo quedo». Y aclara: «Yo pinto y dibujo sólo para regalar, no tengo cotización ni la tendré, pero he descubierto la libertad de crear sin tener la necesidad ni la obligación de vender nada».
Entre las cosas con las que más disfruta está la de compartir afición con su hija Joana, con la que confiesa haber aprendido «a ser más libre». Y dice que lo primero que haga cuando pueda es tomarse un arrocito frente al mar: «Me parece de las cosas más placenteras que hay», confiesa.
LA NUEVA NORMALIDAD
Pero Andreu no es la única cara conocida que desfila este mes por nuestras páginas: también nos sentamos a la mesa con los actores Marta Etura y Raúl Arévalo, el periodista Ricardo F. Colmenero o la cantante Anni B Sweet, y descubrimos las debilidades gastronómicas de la pianista Judith Jáuregui o del empresario Fernando Ojeda.
También te contamos cómo los grandes restaurantes apuestan por el delivery, la gran tendencia de estos días extraños y analizamos cómo será la ‘Nueva Normalidad’ en bares y restaurantes. Y celebramos los 50 años del restaurante Akelarre de San Sebastián porque, pese a todas las crisis habidas, sigue adelante gracias al optimismo y el buen hacer de Pedro Subijana.
En nuestra páginas de este mes puedes descubrir la historia del escalope Armando de la mano de Nino Redruello y la pasión por el vino del enólogo François Lurton. Y cómo preparar una fideuá con el empresario Marc Rahola o disfrutar algunas de las recetas favoritas de Christian Dior.
CARTAS DE AMOR
Carlos Maribona, uno de nuestros más reputados críticos gastronómicos, rescata para Tapas antiguos menús de algunos de los mejores restaurantes de España para recordar todos aquellos platos que le (y nos) hicieron felices.
Y evocando el pasado, damos un salto en la historia al otro lado del charco y rememoramos otro hito ochentero con la loca (y breve) historia del artista Antoni Miralda y la chef Montse Guillén al frente de El Internacional, el primer restaurante de tapas de Nueva York, donde las tapas eran lo menos extravagante…
Ahora, si quieres viajar sin moverte de casa, en quiosco te ofrecemos la mejor guía de Suiza y hacemos un recorrido por España para empezar a pensar dónde queremos pasar el primer verano de nuestras (nuevas) vidas.