Reportajes

Sobre la privatización de los mejores chefs de Nueva York por parte de la élite

Los superricos están contratando a una gran variedad de talentos culinarios para trabajar en sus casas.

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Los chefs de estrella Michelin de la gran ciudad se desplazan al unísono de las cocinas públicas a las privadas, cerrando sus negocios de alta cocina para adentrarse en las de los multimillonarios que los contratan ofreciéndoles sueldos mucho mayores.

Tal y como aborda Bloomberg en un artículo sobre este tema, los acuerdos de confidencialidad mantienen en secreto los detalles de estos puestos, existiendo contrataciones semiexclusivas que dan una idea de por qué pueden resultar atractivas. ‘Conozco a Liam Nichols desde hace unos años. Había trabajado en Momofuku Ko, en Nueva York, y en el restaurante de Tom Kerridge, en el hotel Corinthia de Londres. Pero un día, al igual que los chefs anónimos anteriores, desapareció.’

Liam había sido contratado para cocinar para el multimillonario Richard Branson, fundador del Virgin Group, en la isla Necker, de 74 acres, que posee en su totalidad, en las Islas Vírgenes Británicas.

Renunciar a un puesto de cara al público se convierte en una opción muy tentadora para todos esos talentos culinarios, mientras el mercado de los servicios privatizados crece porque cada vez hay más ricos en el mundo. Según Forbes, los millonarios controlan una cuarta parte de los 431 billones de dólares de riqueza mundial.

Los miembros de la nueva clase servil pueden beneficiarse entonces enormemente de que los ricos pujen por lo mejor de su clase, llevando asimismo a que los chefs que hayan dirigido restaurantes aclamados por la crítica tengan la opción de elegir las casas privadas en las que prefieran trabajar.