La vuelta del superhéroe con garras -que no el villano de pesadillas, Freddie Krueger- y patillas, junto al bromista irreverente de Deadpool, ha supuesto todo un resurgir del mundo X-Men de Marvel con su última entrega Deadpool y Lobezno. Después de dos semanas de su estreno, sigue siendo el líder indiscutible en taquilla y eso es gracias a la combinación del humor del personaje que encarna Ryan Reynolds y de la brutalidad con la que se caracteriza a Lobezno. Sin embargo, este éxito también es la consecuencia del simple hecho de querer ver a Hugh Jackman sin camiseta y luciendo su musculoso torso australiano. Desde luego que a sus 55 años es todo un reto poder mantenerse igual que en sus primeras películas, pero ese no es un problema para Jackman ya que lo ha bordado y con creces. ¿Cómo? A partir de una rutina de ejercicios y de comer como el animal al que interpreta, con la ingesta de nada menos que 6.000 calorías al día.
El pasado 6 de agosto en el programa The Tonight Show de Jimmy Fallon llovieron confesiones y risas por todo el plató. Entre ellas, la broma de que Hugh «se fríe rocas para comer» para poder llegar al peso de la voluminosa figura que caracteriza a su personaje. No obstante, aunque parece algo asequible pata el Lobezno, el proceso es más complejo. Como él mismo dice: «Tú puedes conseguir esa cantidad de calorías comiendo media pizza, pero esto trata de otra cosa.» En efecto. Para poder mantener el nivel de entrenamientos que tenía que realizar para el rodaje de la película se sometió a una dieta concentrada en pollo, tilapia y judías verdes. ¿Qué es tilapia? Aunque ni el mismo actor estuviera seguro de qué es exactamente, se trata de un pescado que se encuentra en regiones tropicales.
Con las calorías contadas, la dieta de Lobezno parece bastante sencilla y austera, pero según él «merece la pena». El ciclo de carbohidratos también ha sido otro punto esencial, siempre consumidos antes de las tres de la tarde y solo en los días de levantamientos de pesas, para así eliminarlos en su totalidad prácticamente en dos días. También alimentos como el aguacate, la batata, el arroz integral y de nuevo el pollo han sido los protagonistas de sus platos en los cuatro meses previos del rodaje de su nueva entrega de su superhéroe por excelencia.
Tal y como aseguró hace unas semanas en el estreno de la película, lo más duro no es estar a la altura de los estrictos ejercicios y entrenamientos para estar en forma y ‘preparado para luchar’, sino la comida. «Mi cuerpo es delgado por naturaleza, por lo que tengo que comer mucho para poder llegar a la talla que necesitamos para Lobezno. Es lo que más me preocupa y en lo que más me esfuerzo«.
Sus redes sociales también son un escaparate a la nevera del actor australiano y hace un tiempo, compartió con sus casi 34 millones de seguidores, uno de sus platos estrella durante su fase de volumen, lubina negra con la que ingestaba ya 2.000 calorías. Asimismo, lo combinaba con dos hamburguesas de pollo al día, salmón de la Patagonia y dos solomillos, para poder sumar hasta 8.000 calorías.
Sin duda, la química entre Hugh Jackman y Ryan Reynolds en su nueva película llena de arañazos y chistes ha sido fundamental para alimentar el éxito de esta nueva faceta más divertida y desenfadada del semidios de garras largas y afiladas. Pero, desde luego que tanto en esta edición como en todas las anteriores entregas del australiano, la comida ha sido otro superhéroe más cada vez que se enfundaba tales palizas y patillas a lo largo de estos más de 20 años como Lobezno.