Cualquier excusa es buena para volver a Twin Peaks, aquel pequeño pueblo enclavado en algún lugar del estado norteamericano de Washington, donde las chicas mueren pero no del todo, los enanos bailan en sueños, los troncos hablan y, en definitiva, nada es lo que parece. Sólo una mente tan genial y retorcida como la de David Lynch era capaz de concebir un universo onírico tan fascinante como aquel, que marcó un hito en la ficción televisiva de los noventa. Y el lanzamiento de la nueva edición coleccionista limitada en Blu-Ray de la serie por parte de Sony Pictures Home Entertainment (ojo a la pintoresca campaña de promoción que han lanzado) nos parece motivo más que suficiente para dejar volar nuestra imaginación una vez más hasta el Double R Diner, aquella cafetería donde se desarrollan buena parte de las escenas y donde sus pintorescos personajes no se podían resistir a una buena ración de su ya mítico pastel de cerezas acompañado por «un café negro como la noche y caliente como el infierno», justo como le gustaba tomarlo al agente Cooper. Porque una cosa está clara: al igual que hubo un nombre que en aquella época resonó en la cabeza de una generación entera, el de Laura Palmer, también este postre catapultó su fama y se convirtió en el más deseado, sobre todo para los chavales que por aquel entonces no habíamos pasado de la tarta de chocolate o, como mucho, de la de manzana.
Aunque aquel diner no es un decorado y existe realmente –se llama Twedes Café y se encuentra en la localidad de North Bend– y sigue sirviendo decenas de pasteles de cereza cada día, lo cierto es que no nos pilla demasiado a mano… Por eso lo que te proponemos es que te remangues y elabores tu propio pastel con esta receta (una de tantas) que circula por internet como la auténtica y genuina; después cierres los ojos y dejes que su sabor te transporte allí, como en uno de esos sueños que tanto le gustan a Lynch (y a nosotros).
¿Qué necesitas?
2 latas de 400 gr de cerezas rojas picadas.
1 taza de azúcar granulada.
3 cucharadas de maicena.
¼ cucharadita de sal.
¼ cucharadita de extracto de almendra.
2 cucharaditas de zumo de limón.
1 cucharada de mantequilla sin sal.
1 masa de tarta de doble corteza, enrollada y ajustada a un molde para tartas de 23 cm.
1 clara de huevo.
Manos a la obra:
1. Precalienta el horno a 200 ° C.
2. Escurre las cerezas, pero conserva ½ taza (120 ml) de jugo. Pon a un lado las cerezas y el jugo.
3. Combina los ingredientes secos –el azúcar, la maicena y la sal– en un recipiente para mezclar.
4. Usa otro tazón para mezclar los ingredientes húmedos: jugo de cereza, extracto de almendra y jugo de limón.
5. Ahora mezcla bien, con cariño, los ingredientes secos con los húmedos. Añade las cerezas y mezcla de nuevo. Agrega la mantequilla y deja reposar durante unos 15 minutos.
6. Vierte la mezcla de cerezas en la corteza de pastel y cubre con otra capa de corteza de pastel, sellando los lados con los dedos. Cepilla la parte superior del pastel con la clara de huevo, luego crea ventilaciones con un cuchillo.
7. Hornea durante 45–55 minutos, o hasta que la masa esté dorada.
8. Se puede servir el pastel caliente o dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Hay quien lo acompaña de una bola de helado de vainilla.
Receta: hamburguesa Big Kahuna, la famosa burger de Pulp Fiction