Nombres propios

Razones para cultivar tu propio huerto

Cada vez está más de moda. Ya sea por los hipster neoyorquinos que abandonan Manhattan para cultivar su arte en Williamsburg, los londoners que emigran al barrio de Shoreditch, o los patrios «malasañeros», es cada vez más la gente que se ha decido a cultivar su propio huerto. Está tendencia ecológica está ganando muchos adeptos en los últimos años. Sin embargo, esto no es nada nuevo, muchas familias provenientes del campo y bien conocedoras de los beneficios de plantar y recoger sus propias frutas y hortalizas llevan haciéndolo durante años. Ellos ya conocen las ventajas de tener su propio oasis en plena ciudad; para ti aún no es tarde, aquí van algunas razones para que te animes y te pongas manos a la obra.

  • Sabrás lo que comes. Sin pesticidas, sin aditivos, sin conservantes, sin químicos. Tú lo plantas, tú lo comes. No tendrás que usar ningún producto que ayude a largos procesos de conservación pero sea dañino. Siempre podrás usar abonos naturales y notarás como todo sabe mucho mejor.
  • Disfrutarás del sabor natural y fresco. Siempre podrás tener el producto fresco y en su justo punto de maduración.
  • Es gratificante. Plantas una hortaliza, esperas a que nazca, crezca y madure hasta su recogida… ¡y directament al plato! Durante todo el proceso, estarás cuidando el «fruto» de tu trabajo y el resultado siempre será más satisfactorio que comprarlo en cualquier establecimiento.
  • Comerás sano. Con tu propio huerto tendrás – al fin – la excusa perfecta para llevar una dieta sana y llenar tu plato de vegetales y de colores que no solamente te ayudarán a animar tus recetas, sino también tu salud.
  • Apoyarás la conciencia ecológica. Ayudarás al medioambiente con tu huerto, ya que éste tiene cero impacto ecológico. Será un producto 100% ecológico, que no pasará por ningún proceso que perjudique al medioambiente.
  • Ayudarás a tu bolsillo. Con tu propio huerto ahorrarás. Ahorrarás mucho. Bien es sabido que frutas y hortalizas pasan por muchas manos antes de llegar a las nuestras – proveedores, publicidad, transportistas, establecimientos, etc – y por tanto se encarece el precio final. Pero cultivando tu propio huerto, tú serás tu propio proveedor, transportista y establecimiento. ¡Y tu propio comensal!

Y por qué no decirlo, es divertido. Puede ser una actividad sana y reconfortante para mantener la mente ocupada en los ratos libres, pero que también sirva como desconexión de los problemas del día a día.

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