Ray-Ban en colaboración con Meta hace tiempo que vende unas gafas con las que puedes escuchar música sin auriculares y tomar fotos y hacer vídeos con sólo pulsar un pequeño botón en la junta de la montura. No son novedad, llevan tiempo en el mercado, pero nadie habla de ellas y son extraordinarias. Ray-Ban es un buen fabricante de gafas, y el precio, sobre los 400 euros, no sería disparatado sin los complementos y con ellos es un regalo. De todos modos me gustaría dejar constancia de que habría francamente preferido que la marca elegida para el prodigio hubiera sido Oliver Peoples. Hay una clase que es mejor no perder nunca, ni en nombre del progreso científico.
Poder escuchar música y atender llamadas telefónicas sin auriculares es un avance. Tanto para pasear con un complemento menos como para escuchar música cuando vas en bici por la ciudad sin tener miedo de que te pare la Policía. No saben todavía que estas gafas existen y no se le ocurre mirar qué clase de montura llevas, ni sería fácil que descubrieran que vas escuchando algo. Es una élite ir siempre dos pasos por delante, sabiendo hacer cosas que los demás ni sospechan.
Del mismo modo, hacer fotos o vídeos sin la visible aparatosidad del móvil es mucho más agradable. Más discreto, nadie advierte lo que estás haciendo, y además el punto de vista desde el que tomas las imágenes es exactamente el de tus ojos.
Estas gafas no son todavía perfectas, pero son mucho más llevables que las de Apple, y resuelven mucho mejor los aspectos fundamentales de la vida cotidiana. No te permiten ver películas, pero poder llamar, escuchar música y hacer fotos sin tener que llevar nada más que tus gafas es un progreso nada despreciable. Estas gafas son el primer momento en que Apple ha sido netamente superada por sus competidores. Es la primera vez que alguien que no sea Apple va a marcar la tendencia y Apple no tendrá más remedio que seguirla. Tim Cook debería reflexionar sobre su liderazgo y el carácter que imprime en los próximos años en la compañía. El carácter cuenta. Y cuenta más que nada.
Ray-Ban/Meta han conseguido algo más que un juguete, y aunque de momento sirve fundamentalmente para estar más cómodo y para jugar, estas gafas trascienden el capricho y con su esperable evolución puede ser un avance comparable al paso del iPod al iPhone. Zuckerberg tiene el carácter para hacerlo. Esperemos que también tenga el buen gusto de compartir su genio con Oliver Peoples, modelo Cary Grant -si no te importa que te lo pida.