Dubái, Mikonos, Estambul, Roma, Atenas, Delhi, Sao Paulo… Las discotecas Toy Room, templos para los amantes del hip hop y el R&B, están repartidas literalmente por todo el mundo. En España, por el momento se pueden visitar en Madrid (Arlabán, 7, frente al Four Seasons) y en Lío Ibiza (con sus fiestas de los miércoles), aunque hay previstas varias aperturas más. En todas ellas, su popular mascota, Frank, un irreverente oso con gafas de sol, se pasea dándolo todo entre el público entregado a la música y al ambiente.
Su artífice es el genovés Jordan Rocca, un joven empresario que hoy vive a caballo entre Londres y la isla pitiusa. Tras estudiar Empresariales y ejercer como bróker del sector del petróleo marítimo, al que en principio estaba abocado por tradición familiar, se asentó en la capital británica para apostar por su auténtica vocación: las relaciones públicas en el mundo de la noche. Allí fundó la discoteca Project, su primer gran negocio, y allí también dirige hoy varios clubs, como Socialista, en Mayfair, y The Windmill Soho, un nightclub con restaurante y cabaret.
Con la marca Toy Room, que creó hace 8 años –y en la que recientemente ha entrado el Grupo Pachá como socio mayoritario–, dio con la tecla del éxito: un estilo de fiesta sana y divertida con la música como eje, apoyado en un concepto de reservados en los que corren las mejores botellas. La atención se cuida hasta el punto de que cada mesa VIP está atendida por un camarero o bus boy. Toy Room Madrid, por ejemplo, está distribuido en dos pisos, con salas privadas al estilo de suites de hotel que tienen hasta PlayStation y cabina de DJ en el baño. ¿En qué se diferencia la noche española de la de cualquier otra parte del mundo?, le preguntamos. «Es mucho más larga que en Londres, por ejemplo, donde a las 3 apenas queda nada abierto», explica. «Y más divertida».
Después de dos décadas en el sector del ocio nocturno, Rocca conoce como nadie sus secretos. Amigo personal de celebs (actores, músicos y futbolistas), su teléfono de relaciones públicas suena cada rato para que les consiga el mejor reservado. Con dos de ellos, Leonardo Di Caprio y la estrella de la F1 Lewis Hamilton, posee una cadena de hamburguesas veganas, Neat Burger, que triunfan en Londres y Nueva York y que muy pronto llegarán a España.
Una vez, cuenta, un actor muy famoso –del que no puede dar el nombre— le pidió cuatro coches de alta gama exactamente iguales para intentar dar esquinazo a los paparazzi: tres saldrían hacia otras direcciones y él iría en el cuarto. Aun así, persiguieron el suyo durante una hora, hasta que llegó por fin a Toy Room.
Rocca luce, entre sus muchos tatuajes, al oso Frank. También una frase de la inmortal canción de Sinatra, todo un resumen de su trayectoria: «And more, much more than this, I did it my way».