Tras cuatro semanas de concurso, el Día de Reyes se celebró la gran final de la novena edición de MasterChef Junior. Guillem Serrat, a sus 12 años, sorprendió al jurado, pero en especial a Jordi Cruz, quien se identificaba mucho con el pequeño terrasense.
El chef Jordi Cruz, desde que lo escuchó decir que la cocina lo había motivado y que anteriormente se iba a dormir pensando que no era bueno en nada, lo consideraba como su caballo ganador en la edición. Además, Jordi, añadió que él empezó a cocinar con 12 años, la misma edad que tiene Gillem, y no creyó que sus padres se sentían orgullosos de él hasta que ganó una estrella Michelin con 24 años.
Guillem, después de su paso por el concurso, tiene pensado seguir sus estudios de secundaria, aunque más adelante no le importaría abrir su propio restaurante, pero no le gusta pensar en el futuro.
Desde el confinamiento, su interés por la cocina creció e, incluso, los viernes se veía la emisión del programa que se estaba emitiendo en esos momentos. En ese momento, Guillem pidió a sus padres inscribirse en el próximo casting para acudir a la próxima edición del talent infantil.
Finalmente, el joven chef de Terrasa se llevó la victoria en su batalla final con Carla con el siguiente menú: para abrir boca, tartar de gamba roja con romescu de Kimchie; el plato principal, canelón de carrillera con esferas de queso de la garrocha y ensalada de setas con aceite trufado y, para el postre, Espuma de crema catalana. Un homenaje a su tierra y a su familia.
Como resultado del fantástico menú, el programa le ha concedido una beca de 12.000 euros para continuar su formación y un curso de cocina de cuatro días en el Basque Culinary Center.