Fíjate bien en la imagen que representa este artículo. ¿Ves alguna cosa rara, fuera de lo común? ¿O es algo que te parezca normal? Probablemente si eres de los que nunca ha pisado un huerto o un mercado ecológico pensarás que lo de este rábano no es algo muy común. Pero sí lo es. De hecho, es muy posible que sea aún más natural de lo que sueles encontrar en el supermercado. ¿El problema? Que al no tener la misma estética de los que normalmente se suelen vender acaban en la basura. O al menos eso es lo que muchas marcas de frutas y verduras hacen.
En Alemania, cada año se desperdician 18 millones de toneladas de productos por esta cuestión. Por ese motivo tres estudiantes de la Universidad de Wimar han puesto en marcha una empresa social que lucha contra este problema salvando las frutas y verduras de peor aspecto pero de igual o mejor sabor.
¿Su nombre? Querfeld. ¿Su meta? Reducir el desperdicio de alimentos, destinar los ingresos obtenidos mediante su venta online a productores locales que no podrían haberlos vendido y ofrecer al consumidor alimentos biológicos con un coste mucho más bajo.
La iniciativa, que el pasado año 2015 consiguió evitar la pérdida de 10 toneladas de frutas, se lleva a cabo a través de la web en la que los estudiantes recogen los vegetales menos “agraciados” directamente de los productores locales, a un precio mucho más económico, para luego revenderlos más baratos en mercados.