Ya es un hecho. La comida asiática se ha colado en nuestras vidas. Tanto si la cocináis en casa como si la coméis en un restaurante, habréis notado que el acompañamiento de esta comida no es un trabajo nada fácil. Dependiendo del plato que se elija, este debe ir acompañado por un determinado tipo de vino.
Si elegimos platos con sabores dulces (sobre todo en la comida china), la mejor elección es acompañarlo con un vino blanco, como el albariño o el riesling. Son vinos con aromas frutales, ligeramente dulces y ácidos, que integran ambos sabores y hacen que combinen a la perfección.
Si, en cambio, nos decantamos por platos más agridulces que contengan salsa de soja o estén muy especiados, lo mejor es optar por vinos espumosos, como un cava o un champagne. Son vinos con una gran acidez que acaban con el fuerte sabor de estos platos. Si vamos a disfrutar de la comida japonesa con unas piezas de sushi, estos tipos de vino también son una excelente opción.
¿Te animas a probar estas combinaciones?