La acelga es otro de los muchos alimentos que encuentran su época de mayor esplendor y explotación en noviembre. Y, dado que no es uno de los platos más deseados por el comensal habitual, hoy nos encargamos de resaltar la lista de los beneficios para ir cogiendo más cariño a sus hojas verdes.
Las acelgas son, probablemente, una de las verduras más completas nutritivamente hablando que podemos encontrar en el mercado. Da igual de qué nutriente carezcamos o estemos faltos, ella sabe cómo arreglar el desajuste que a veces se nos produce por dentro.
Aquí sus beneficios y la solución a tu problema.
¿Qué podemos agradecer a las acelgas?
Al ser rica en fibra, ayuda a mantener el buen tránsito intestinal y a mejorarlo si lleva algún tiempo ralentizado.
¿Qué podemos agradecer a las acelgas?
Cuatro complejos vitamínicos, A. B, C y E. Por lo que cubre la salud de la vista, de la piel y de la función metabólica celular.
¿Qué podemos agradecer a las acelgas?
Es fuente de minerales: calcio, hierro, sodio, potasio, cobre, magnesio y fósforo. Por lo que esta verdura resolverá problemas de anemia y descalcificación de huesos.
¿Qué podemos agradecer a las acelgas?
Reduce el colesterol malo y, por tanto, la presión sanguínea al contener ácidos grasos Omega 3, flavonoides y demás antioxidantes.
¿Qué podemos agradecer a las acelgas?
Teniendo en cuenta lo dicho, fortalece el sistema inmunológico creando una barrera de protección frente a los agentes externos.