Cada vez existen más dietas que prometen una rápida bajada de peso al eliminar por completo los hidratos de carbono. Sin embargo, esto no es tan fácil como parece. Al reducir el consumo de carbohidratos, se aprecia una bajada de peso, pero no es una pérdida real, ya que se trata principalmente de agua. Esta extrema medida podría ser perjudicial para la salud, ya que los carbohidratos son nuestra principal fuente de energía. Al eliminarlos completamente de nuestra alimentación, la energía disminuye, y con ello también nuestra fuerza y resistencia, además de afectar a la serotonina, que influirá negativamente en nuestro humor.
Por tanto, no se trata de suprimir los hidratos de carbono de nuestra alimentación, sino de saber elegir los más adecuados y tomarlos en cantidades correctas. Por ejemplo, evitando los carbohidratos refinados y optando por productos integrales y que mantengan el grano entero.