El hielo es una parte importante y fundamental de nuestros cócteles. En algunos casos es totalmente necesario añadirlo, en otros no ya que puede quitar demasiado el sabor y la textura final al cóctel, pero siempre es importante. Ahora que el verano ya casi está aquí más aún, es casi imprescindible. Os hemos hablado ya en alguna ocasión del tipo de vaso perfecto que encaja con según que cóctel para que el disfrute de tu copa sea del cien por cien. E incluso de algunos cócteles que están hechos con cerveza. Hoy venimos con un tema igualmente importante, los tipos de hielo. Puedes pensar que el hielo es hielo, agua congelada y no hay nada más, pero nada más lejos de la realidad. Según qué tipo de hielo uses, el sabor, la textura y la manera de tomar tu cóctel mejorarán increíblemente. Te presentamos tres tipos de hielo diferentes.
Hielo en cubos. Es la forma que más vemos siempre, es el ‘hielo de toda la vida‘ el más fácil de encontrar y de usar. Se recomienda este hielo cuando se va a servir la bebida o cóctel pero no después de preparar el coctel, al meterlo en la coctelera, ya que se derretirá muy rápidamente. Es perfecto para un whisky on the rocks.
Hielo frappé. Se conoce comúnmente como hielo picado o hielo a punto de nieve. Al ser tan pequeño se derrite muy rápidamente. Es aconsejable para las bebidas dulces como por ejemplo, un mojito.
Hielo fizz. Este tipo de hielo es el más pequeño, podemos encontrarlo como pequeñas formas circulares. Es el que más rápido se derrite, pero también el que más rápido enfría. Se utiliza en cócteles y bebidas destiladas. Puede que este tipo de hielo te lo hayan puesto en algún bar o discoteca más de una vez – los hielos son de menor tamaño así que se pueden añadir más y ocupar más volumen, que se le restará al resto de tu cóctel.
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