Ahora que la Navidad –y sus continuos atracones– ha pasado a la historia y con el verano mucho más cerca de lo que crees (¡el tiempo vuela!), es el momento de que nos planteemos un plan para quitarnos esos kilitos de más, bajar volumen y quemar grasa. Dietas, milagrosas o no, hay cientos de miles, pero ésta es una de las más eficaces que conoce el ser humano. Pero, tranquilo, que aunque su nombre asuste un poco, no estamos hablando de ingerir unos cuantos cucharones de esos pocos apetecibles ranchos que se despachan en los cuarteles (y que uno no sabe muy bien ni lo que come). Entonces, ¿qué es la diesta militar y por qué todo el mundo habla de ella? Te lo contamos.
Para empezar, la dieta militar está en boca de todos porque los que la han puesto en práctica han logrado perder hasta 5 kilos en una semana. Consiste básicamente, tal y como explican en Yo Dona, «en restringir tipos de alimentos y calorías por un breve periodo de tiempo. Además, durante los días que se realice la dieta militar se recomienda no hacer actividades deportivas o sustituirlas por ejercicios cardiovasculares moderados como caminar o salir a dar un paseo en bicicleta». Así que, tranquilo, que no tendrás que salir a correr bajo la lluvia con las Dr. Martens puestas mientras te grita un sargento gruñón.
Antes de empezar, hay que tener en cuenta una cosa importante: los especialistas recomiendan practicar la dieta militar exclusivamente durante 3 días. Y en el caso de querer repetirla, debemos dejar 4 días de descanso antes de reanudarla.
En la dieta miliar se suprimen algunas comidas, como el almuerzo de media mañana o la merienda (pero que no cunda el pánico, que el cefetito o el té indispensables de esas franjas horarias podemos seguir tomándolo).
Se trata, por tanto, de una dieta restrictiva, con predomino de las proteínas y de hidratos vegetales sobre las grasas y los azúcares, que quedan totalmente desterrados. De esta forma, la ingesta energética que nos meteremos entre pecho y espalda cada jornada que dure la dieta militar será de entre 1.100 y 1.400 calorías, e irá de más a menos según avancen los días.
¿Qué se puede comer en la dieta militar?
En el desayuno podemos tomar tostadas integrales con margarina o algo fruta (una manzana o un plátano). Es recomendable tomar café, por las propiedades termogénicas de la cafeína que ayudan a quemar calorías. Eso sí, olvídate de añadirle azúcar.
A la hora de la comida, podemos optar por una buena tosta de atún, unos huevos duros y alguna que otra galletita salada.
Tienes hambre, ¿vedad? Tranquilo, que en la cena te resarcirás un poco… Híncale el diente a una pieza de carne –aunque sin pasarte, por favor– cocinada a la plancha y acompañada de una guarnición de verduras: judías verdes, zanahorias o brócoli. ¿Y de postre? Un helado de vainilla. Sí, has leído bien, no es un espejismo causado por el hambre… Aunque debe ser natural y sin azúcares añadidos. De hecho, si lo haces tu mismo en casa, mejor que mejor. Ánimo, tú puedes.