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Como si se tratase de un helado hecho para el mundo de plástico de Barbie, una artista quiso explorar la innovación sostenible en la gastronomía uniéndose a un colectivo de científicos para ‘hackear’ el sistema alimenticio.
Se trata de un helado de vainilla hecho con los mismos materiales que se encuentran en las botellas de plástico. Una iteración dulce que varios científicos escoceses de la Universidad de Edimburgo llevaron a cabo utilizando bacterias y enzimas especiales para descomponer un compuesto químico del plástico y convertirlo en vainilla.
Según Reuters, la artista londinense Eleanora Ortolani lo desarrollaría como parte de una instalación artística con la intención de desafiar la forma en que pensamos sobre los residuos plásticos, sobre lo que estamos y no estamos dispuestos a comer. El proyecto, que formó parte de su trabajo de fin de carrera para Central Saint Martins, lo expuso en esa instalación llamada ‘Guilty Flavors‘.
Ortolani trabajaría así mano a mano con ese elenco de científicos para tomar una pequeña cantidad de plástico, descomponerla en un laboratorio y convertirla en vainillina, la molécula aromática de la vainilla. A continuación, transformaría la vainillina en el alimento que más asociaba con ese sabor. Es decir, un helado que, a pesar de que aún no esté disponible para el consumo humano, podría muy pronto revolucionar la industria alimenticia.
