El fondo propietario de la compañía alimentaria ha decidido prescindir de Fernando Fernández, quien ocupaba el cargo de presidente y consejero delegado, aunque continuará vinculado al grupo como miembro del consejo de administración.
Grupo Gallo marca el final de una etapa con la salida de Fernando Fernández Soriano, presidente ejecutivo y consejero delegado desde 2019. A pesar de su desvinculación de la dirección del grupo catalán de alimentación, Fernández permanecerá ligado a la empresa como miembro del consejo, tal como fue anunciado por la compañía fundada por José Espona. Fernández asumió la máxima responsabilidad de Gallo coincidiendo con la adquisición de la empresa por parte del fondo ProA Capital, su actual propietario.
Bajo la dirección de Fernández, Gallo experimentó una importante diversificación, destacándose adquisiciones como la de la marca de alimentos asiáticos Ta-Tung, y ampliando su oferta con nuevas categorías como salsas y caldos. Además, fortaleció el segmento de pasta con el lanzamiento de una pasta 100% integral elaborada a base de legumbres. La salida del directivo ya se vislumbraba desde hace un año, cuando Gallo nombró a Néstor Nava, un ejecutivo proveniente de Osborne, como director general. Según fuentes cercanas a la empresa, esta cohabitación fue una fase de transición en el proceso de liderazgo. Fernández tiene un nuevo destino: la Asociación de Fabricantes de Gran Consumo, Promarca, anunció su nombramiento como presidente de la entidad.
Con la salida de Fernández, Néstor Nava asumirá el cargo de primer ejecutivo de Gallo. No obstante, por el momento no se contempla que ocupe el puesto de presidente, continuando en su rol de director general. Nava expresó: «Mi compromiso es seguir promoviendo la innovación, la sostenibilidad y una alimentación saludable, mientras preservamos el legado de calidad y confianza que ha consolidado a Gallo como una marca líder.»
A pesar de los nuevos proyectos, la situación económica de Gallo no parece estar en su mejor momento. Durante el último ejercicio disponible, 2023, la compañía reportó una facturación estancada en 235 millones de euros y registró las primeras pérdidas desde que ProA se convirtió en su principal accionista, con un saldo negativo de 200.380 euros.
Estos resultados negativos han impactado también en la actividad productiva de la compañía, que ha decidido cerrar su división de pasta seca en la planta de Granollers (Barcelona), trasladando la producción a la fábrica de El Carpio (Córdoba). Esta medida afectará a 18 empleados, quienes serán reubicados en otras áreas de Granollers y en la planta de Esparreguera (Barcelona).