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El pizzómetro conocido como ‘Pizza Meter’ se presenta como el indicador que revela cuando el mundo está a punto de sufrir una crisis internacional. Una leyenda urbana con mucho sentido que se reactivó recientemente tras el ataque de Irán a Israel.
Esta conexión entre la pizza y la política se desarrolla en torno a un concepto teórico que explica que cuantas más personas se reúnen con mayor urgencia en una institución u oficina gubernamental, más pizzas comen. En esos momentos de tensión extrema, los que gobiernan el mundo comen más, multiplicando los pedidos delivery.
El pasado fin de semana, durante el ataque de Irán a Israel, las redes sociales volvieron a sacar sobre la palestra esta idea, rememorando tiempos como la Guerra Fría o la Guerra del Golfo. En X se compartió una captura de pantalla de Google Maps que informaba en tiempo real que la pizzería Papa John’s más cercana al Pentágono estaba mucho más ocupada de lo habitual. La información era de aproximadamente las 17:00h; momento en el que se publicó información acerca del lanzamiento de drones y misiles contra Israel.
El pizzómetro se concibe entonces como un indicador de una crisis global que, como todo, tiene sus orígenes en EEUU, y que, en el pasado, estuvo vinculado a episodios en edificios federales como la Casa Blanca o el Pentágono; en los que se incrementó drásticamente el consumo de pizza cuando estuvo por desatarse una crisis.
En este sentido, el ‘Pizza Meter‘ no es nada nuevo, ya en 1998 The Washington Post publicó un artículo sobre el crecimiento en la demanda de pizzas relacionado con las dependencias gubernamentales en situaciones críticas de política exterior e interior. Un ejemplo de ello fue durante la Guerra del Golfo, momento en el que Meeks reconoció que en varias ocasiones se dispararon los pedidos de pizzas en la sede de Defensa, la residencia oficial del presidente de Estados Unidos, así como en la oficina principal de la CIA.