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La icónica candena de fast food sigue estrictamente todas las directrices dictadas por Coca-Cola a la hora de garantizar el sabor auténtico de la bebida que incluso ha generado una ligera adicción para algunos clientes.
Según McDonald’s, limpia sus fuentes de soda con agua filtrada, lo que ayuda a garantizar que sólo se sirva la versión de más alta calidad de la bebida en los dispensadores.
El agua filtrada y el sirope de Coca-Cola utilizado, continúa McDonald’s, se enfrían previamente antes de entrar en los dispensadores de las fuentes, y se añade sirope extra para que, cuando se ponga el hielo en la bebida permita una proporción perfecta de sirope y agua helada.
Según AllRecipes, estas temperaturas frías ayudan a mantener altos los niveles de dióxido de carbono, lo que contribuye a que los refrescos permanezcan carbonatados durante más tiempo.
Otra de las razones que justifican ese estado es la recepción del jarabe de la bebida en tanques de acero inoxidable como depósitos especiales que mantienen fresco el sirope y lo protegen de alteraciones externas que podrían afectar su sabor; como la temperatura y el aire.
Finalmente, McDonald’s incide en el efecto del uso de sus pajitas a la hora de degustar la bebida. ‘Es ligeramente más ancha que una pajita normal para que todo el sabor de la Coca-Cola llegue a tus papilas gustativas’, afirma.