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Según recoge el informe de Business Insider, Emily Field, nutricionista y dietista titulada, sugiere que sería mejor que cambiaras las patatas fritas por una segunda hamburguesa. En este sentido, la experta incide en los efectos a largo plazo de la ingesta de este tipo de alimentos, teniendo en cuenta cómo estos actuarán en el cuerpo tras comer, y en como eso influirá en la salud y el estado anímico.
Y es que, a pesar de que una hamburguesa y unas patatas fritas contengan más o menos la misma cantidad de calorías, la idea de todo esto está en no únicamente fijarse en las calorías si no en elegir opciones más nutritivas. Según señala Field, obtienes grasa y carbohidratos con papas fritas, pero carecen de los nutrientes adicionales que una persona podría ingerir si eligiera una segunda burger.
‘Al cambiar las patatas fritas por una segunda hamburguesa, casi duplicas tu ingesta de proteínas y reduces la cantidad de grasa y carbohidratos que comes’, dice el informe. ‘Dado que la comida rápida ya es alta en grasas y carbohidratos y bastante baja en proteínas, este simple cambio podría ayudar a estabilizar tus niveles de azúcar en sangre.’
Si ponemos el foco en cadenas como McDonald’s, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) muestra que una hamburguesa normal de carne del restaurante tiene 12 gramos de proteína, 10 gramos de grasa, 29 gramos de carbohidratos con 250 calorías. Las patatas fritas de McDonald’s tienen 4 gramos de proteínas, 18 gramos de grasa, 50 carbohidratos y 378 calorías.
