Haz clic aquí para leer la versión en inglés.
Si alguna vez te has preguntado la razón por la que las cafeterías de especialidad sirven un vaso de agua junto al café -sin ni siquiera haberlo pedido-, y/o que dispongan de una fuente en la que auto-servirte, no es pura casualidad, existe un motivo que lo sustenta.
El agua, con o sin gas, es uno de los elementos con los que realzar el sabor del café y permitir captar todas sus notas y características organolépticas. Su función es muy precisa, siguiendo la tradición italiana de los antiguos tostadores de café. Pero, ¿cuándo se debe tomar el agua, antes o después del café?
Según los estudios llevados a cabo al respecto, el agua debe tomarse antes de beber café, puesto que el agua sirve para limpiar el paladar y disfrutar de todos sus matices y propiedades aromáticas. Sorber el agua antes del café, por lo tanto, prepara el paladar para disfrutar del café en su mejor momento.
Sin embargo, los efectos distan entre el agua con o sin gas. El agua con gas podría ser más efectivo a la hora de limpiar el paladar, pero también podría sedar de alguna manera las papilas gustativas y perjudicar la captación de las notas. En cambio, el agua natural, a pesar de no ser tan efectiva a la hora de limpiar el paladar, sí permite disfrutar de todos los matices diluidos en el café.
