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No es la primera vez que el líder supremo de Corea del Norte banea algún producto extranjero por estar vinculado a la cultura del ‘enemigo’. Ya lo llevó a cabo anteriormente con el pastel de arroz surcoreano tteokbokki, o con el guiso estadounidense budae-jjigae, el ‘estofado de la base del ejército’ que combina ramen y kimchi con queso americano, entre otros ingredientes. La prohibición de Kim Jong se extiende ahora a una de las comidas de fast food más queridas de EEUU, y del mundo entero: el perrito caliente.
Este alimento que estaba ganando cada vez más adeptos dentro de la escena culinaria surcoreana, es concebido por el líder como un símbolo occidental que debe erradicarse. A partir de ahora, servirlo o venderlo en Corea del Norte será un delito o un acto de traición que llevará a esas personas a enfrentarse a arrestos o trabajos forzados en los infames campos de trabajo del país. Todo ello con el objetivo de frenar la ‘expansión de la cultura occidental’ en el país, debido a la influencia en los medios y vecinos como Corea del Sur.
Otra de las restricciones a las que deberán enfrentarse los ciudadanos norcoreanos a partir de ahora es la prohibición del divorcio, puesto que es considerado como un acto ‘antisocialista’ que requiere de la aprobación de las autoridades. Aquellas parejas que opten por divorciarse se enfrentarán entonces a penas de entre uno y seis meses de trabajo forzado.
