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Si existe un color asociado al universo Coca-Cola ese es el color rojo, establecido desde sus inicios como el tono representativo de su imaginario gráfico y visual. Sin embargo, y aunque muy pocos lo sepan, el amarillo también identifica algunos de sus tapones cuando florece la temporada primaveral. ¿El motivo? La Pascua Judía.
Los tapones amarillos simbolizan la certificación kosher de Pascua de la Unión Ortodoxa, quien trabaja con las empresas para asegurarse de que los alimentos cumplan las normas detalladas en la Torá y los códigos de la ley judía.
Es decir, el brebaje sin jarabe de maíz se sincroniza con la fiesta judía con el fin de cumplir sus restricciones dietéticas. Por ello, la receta de la bebida cambia el jarabe de maíz por azúcar, sellando esa diferencia cromática en las botellas desde 1935: momento en el que el rabino Tuvia Geffen colaboró con la empresa para restablecer una tirada limitada de la receta original en la época de Pascua, para que los judíos que celebraban la fiesta pudieran seguir disfrutándola.
