Hace más de 50 años, Chamberí se convirtió en el barrio más castizo de Madrid. Sus calles, sus tabernas, su estación de metro… Mucho ha cambiado desde entonces. Sin embargo, ha logrado adaptarse, con nota, a todos los cambios. A convivir con lo moderno y con nuevos restaurantes que de castizos tienen más bien poco sino todo lo contrario. Son más bien una revolución.
¿El último en llegar? Pink Monkey. Puede que así, de primeras no te suene (o sí y de sobra). Pero si mencionamos Asiana Next Door, probablemente caigas.
Pues bien, después de triunfar con la fusión asiática peruana, el chef Jaime Renedo y el empresario Francois Poplawsky han vuelto a unir fuerzas, creatividad y mucho sabor en su nueva creación: un espacio en el degustar platos reinterpretados del sudeste asiático con ingredientes peruanos y algún que otro toque mexicano y mediterráneo. Vamos que sabor hay. Y mucho. Sobre todo en recetas como el atún rojo con huevos rotos, el curry verde thai de carrillera ibérica – extremadamente tierna- y el dumplings de carabinero con coco y albahaca. Eso sí, todo lo que pidas, elaborado al momento y de forma artesanal, debe ir acompañado de un buen cóctel (o dos), te ayudará a rebajar un poco el picante.
En cuanto a la decoración del local, la arquitecta Marta Banús, artífice de colorida estética de El Columpio o Le Cocó), ha sido la encargada de reproducir ese aire canalla que representa la gastronomía que Pink Monkey ofrece con detalles tan sumamente cuidados como los son los colores, las lámparas y también esa terraza climatizada para adictos al fresco.
