¿Qué ocurre cuando ese churrusco de pan está tan duro que no podemos hincar el diente? Que, o afilamos el diente, o nos quedamos sin comer.
Algo así nos viene a decir el refranero español con el dicho A pan duro, diente agudo, pero como todos los proverbios que llevamos analizados (y los que nos quedan por despiezar) el de hoy no iba a ser menos y también nos salimos de la cocina para seguir aplicándolo a la vida diaria.
Con este refrán podemos hacer referencia a un sinfín de situaciones por las que, afortunada o desafortunadamente, nos vemos rodeados a diario.
Y en esta ocasión uno de los principales significados de este dicho popular tiene que ver con los problemas a los que no nos queda otra que hacer frente: cuando nos encontramos con una situación complicada de resolver o agudizamos nuestro ingenio o, muy probablemente, no salgamos ilesos de las consecuencias que puede acarrearnos.
Las situaciones difíciles de roer, de resolver, siempre requieren un sentido más agudo y avispado para dar con la solución.