Abandonamos el concepto que tenemos de natilla tradicional y nos pasamos a una versión mucho más completa y divertida que, además de un sabor a tostados, también aportará una gran variedad de aromas en le paladar.
- ½ litro de leche.
- 1 trozo de cáscara de limón.
- 1 palo de canela.
- 150g de azúcar.
- 8 bizcochos de soletilla.
- Almendras en granillo tostadas.
Preparación:
Se pone a hervir la leche con la canela y la corteza de limón.
Se baten las yemas de los huevos con el azúcar y cuando todo esté bien mezclado se añade la leche hirviendo, se mezcla bien y se pone a fuego muy lento sin dejar de remover hasta que vaya cogiendo cuerpo.
Se pasa la mezcla por un colador y se enfría rápidamente. Puede hacerse metiendo el recipiente en otro con agua y hielo.
Se baten las claras a punto de nieve con unas gotas de limón y una pizca de azúcar.
Se llenan los moldes para las natillas y se decora la superficie de los recipientes con una manga que se rellena con las claras a punto de nieve.
Se mete a gratinar en el horno. Se sirve espolvoreando por encima almendra picada y nos bizcochos de acompañamiento.