Gastro

Mugaritz renace con una nueva temporada basada en la transparencia

Tras seis meses de experimentación, el restaurante presenta la nueva propuesta disruptiva dirigida por el chef Andoni Luis Aduriz.

Cada año, al caer el otoño, en Mugaritz parece detenerse el tiempo en el mundo exterior. De noviembre a abril, su equipo trabaja a puerta cerrada para diseñar una propuesta gastronómica distinta. Como si se tratase de un renacimiento impulsado por un desafío creativo, Aduriz lleva a cabo anualmente esa transición culinaria en base a la innovación y la experimentación que residen en su ADN.

En base a esa filosofía, proyectada en su película documental ‘Mugaritz. Sin pan ni postre‘, cada año se abre un nuevo capítulo en el restaurante. Nace y muere un menú para dar paso a una nueva era de la que ahora el espectador puede ser testigo; entendiendo su cocina como una expresión creativa con la que romper las reglas y convenciones en torno a la gastronomía. Pues bien, la propuesta de 2025 está a punto de servirse en la mesa.

El 25 de abril habrá tres comensales que podrán degustar en primicia el menú de manera gratuita, asistiendo a su ensayo general un día antes de la apertura de puertas al público (para ello deberán inscribirse en la newsletter de Mugaritz).

En cuanto a la propuesta en sí, existe un teaser descriptivo que nos adelanta la idea: ‘2 degustaciones, 6 comensales y el resultado de 5 meses de búsqueda y creación. En 1 mes y 1 semana empieza la temporada 2025’. Se trata de la apertura de una nueva era dirigida por Andoni Luis Aduriz, tras desarrollar un proceso de investigación que pone el foco en una dimensión sensorial.

El menú -con un precio de 297€ mas opción de maridaje- se desarrolla a lo largo de 23-25 pases que conectan con su esencia naturalista y artística. ¿El punto de fuga? la transparencia como concepto que guía esta propuesta que invita a los comensales a reflexionar sobre lo que ven, sobre lo que comen y sobre el trasfondo cultural de la experiencia gastronómica.

La carta líquida, por su parte, gira en torno al proyecto VIS À VIS, desplegando una colección de vinos inéditos creada por su equipo de sumillería I+D en colaboración con una serie de bodegas como la barcelonesa Ca N’Estruc. Nada puede salir mal.