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El legado de Clara María González de Amezúa en la cocina será eterno. Y es que, la empresaria y gastrónoma se convertiría en una de las grandes visionarias y pioneras de su época por la apertura de Alambique en 1975, la primera tienda de utensilios con escuela de cocina en Madrid. Un centro clave en el desarrollo de talentos culinarios nacionales en el que impartió clases a algunos de los chefs más importantes del mundo como Alain Ducasse, Paco Roncero, Alberto Chicote, Isabel Maestre, Toño Pérez o Ángel León.
La tienda del icono gastronómico fue asimismo un pilar esencial en la evolución culinaria en España, con 22 sucursales extendidas por el territorio nacional que desarrollaría junto a cuatro socias. Una tienda que, tras 5 décadas, sigue trascendiendo en la capital tanto por sus productos como por los cursos de cocina que lleva a cabo.
La carrera y la influencia de Clara María en la gastronomía han sido extensamente reconocidos con premios como el Premio Nacional de Gastronomía (en dos ocasiones) y el Premio “Silver Spoon” en los Estados Unidos por su labor divulgativa de la gastronomía española.
‘Su legado es una celebración de la cocina española, su historia y su evolución. Clara Maria ha dedicado su vida a la divulgación de la cocina española con inteligencia y pasión, y deja una huella humana y profesional imborrable en la cultura culinaria española’, reza el comunicado oficial del fallecimiento en la cuenta de Instagram de Alambique, que dice adiós a la gran dama de la cocina que ha fallecido a los 94 años dejando un legado infinito en la cultura culinaria española.