El mundo de la gastronomía amanecía esta mañana consternada por la triste muerte de Benoît Violer, el renombrado chef “mejor del mundo”.
Tenía 44 años y operaba en el restaurante de l’Hotel de Ville, en Crissier, cerca Lausan, desde el año 2012, cuando su mentor Philippe Rochat, otra figura destacada de la cocina francesa, dejaba los fogones.
Aunque todavía no hay nada claro al respecto, el periódico The Guardian recogía en sus páginas la información que la policía había anunciado en un comunicado apuntando a un posible suicidio con arma de fuego. Seis meses después del fallecimiento de Rochat.
La carrera de Benoit llevaba años creciendo como la espuma. Ostentaba tres estrellas Micheñin, en 2013 la guía Gault & Millau le otorgaba el título Chef del Año y el pasado diciembre La Liste, la publicación francesa que elabora el ranking de los 1.000 mejores establecimientos del mundo, le concedió título de “mejor restaurante del mundo”.
Una inesperada y trágica noticia que ha llenado las redes sociales con mensajes de condolencia por parte, principalmente, de sus compañeros de profesión.