A tan solo una hora de Madrid, a escasos kilómetros de Sigüenza, se encuentra un pequeño oasis con gran corazón, Molino de Alcuneza. Un hotel de lujo bajo el sello Relais & Châteaux que este año celebra su 25 aniversario, aunque en realidad su historia atesora muchos años más porque comienza en el caserón de lo que fue un molino de trigo cinco siglos atrás, que dejó de funcionar en los años 70.
Al frente de Molino de Alcuneza se encuentra la familia Moreno, fueron los padres Juan Moreno y Antonia Gordo quienes comenzaron esta andadura, pasando por posada y bed & breakfast hasta, en 2006, ceder el testigo a sus hijos Blanca Moreno, al frente de la dirección, y Samuel Moreno, quien dirige el restaurante que cuenta con un restaurante con una estrella Michelin y un recién galardonado Sol Repsol.
Molino de Alcuneza, la escapada (rural) perfecta
El hotel, a los pies de la casi inhabitada pedanía que le da nombre, Alcuneza, está alojado en un antiguo molino harinero, uno de los más importantes de la época del valle del Alto Henares, río que funcionaba de motor al molino que todavía se puede ver en el edificio principal y que Juan de vez en cuando vuelve a poner en funcionamiento por unos instantes para trasladar a sus huéspedes 500 años atrás.
La casona central alberga algunas de las habitaciones, el bar, el restaurante y un acogedor salón, con la reforma construyeron un nuevo edificio más funcional para poder acoger más huéspedes, cuentan en total con 17 habitaciones. Desde su spa se ve su jardín, arropado por un paraje de serranía para enmarcar, presidido por una piscina acompañada por tumbonas en las que recostarse y contemplar la tranquilidad. Cada rincón se cuida con mimo y cada momento, Samuel y Blanca se encargan de hacer sentir al visitante alguien más de la familia.
25 años evolucionando
Este cuarto de siglo el camino ha sido toda una aventura en Molino de Alcuneza: “Cuando mis padres montaron este negocio eran unos tiempos distintos a los de ahora, la época preinternet y la comercialización de un lugar como éste era realmente complicado, no teníamos la capacidad para llegar al gran público que hay ahora. Ha sido una carrera de obstáculos, pero hemos conseguido pertenecer a una de las más prestigiosas asociaciones del mundo, Relais & Châteaux, la estrella Michelin, el sol Repsol. Hemos sido lentos pero constantes y ahora estamos recogiendo el fruto de estos años. Estamos muy orgullosos”.
Como para muchos, este año ha sido un año duro para Molino de Alcuneza, sus habitaciones estuvieron vacías durante meses debido a las restricciones y no fue hasta junio del año pasado cuando pudieron volver a abrir sus puertas y la de su restaurante. Desde entonces la batalla por sobrevivir sorteando todas las medidas impuestas que en la comunidad de Castilla-La Mancha ha sido una carrera de fondo, buscando la fórmula adecuada de rentabilizar el hotel y sacar el negocio adelante.
Durante esos meses de incertidumbre, para evitar que el ánimo decayera, Samuel y Blanca se esforzaron por seguir presentes en las vidas de sus huéspedes, aunque fuera de manera virtual, y sacaron el espíritu panarra que muchos llevábamos dentro por medio de su canal de IGTV. Samuel ofreció una maravillosa masterclass sobre sus fantásticos panes –el chef los borda y los ha convertido en insignia indiscutible de la casa–, los cereales para elaborarlos y las diferentes recetas para conseguirlo. Además, lanzaron un kit panarra con masa madre y harina de Despelta, productor con el que colabora desde hace años revitalizando los campos que rodean Siguenza y recuperando variedades de trigo olvidadas.
No es fácil, pero a pesar de que el futuro parezca haberse nublado en ocasiones para los Moreno, ha terminado siempre por salir el sol. Como recientemente lo hizo en San Sebastián, donde Samuel recibió su primer Sol Repsol. “Cuando recibes un premio siempre es una gran alegría pero, después de este periodo tan duro con la dichosa pandemia, trabajando bajo unas condiciones muy complicadas económicas y de estado de ánimo, este sabe doblemente bien. Necesitábamos este aliciente para afrontar esta nueva temporada con fuerza y ganas y este sol nos trae mucha energía y ganas de seguir defendiendo la excelencia de la cocina castellano-manchega”.
El camino hasta llegar al Sol
Samuel tomó las riendas de la cocina en el 2006 después de haber pasado por todos los departamentos del hotel “fregando platos, de camarero, ayudante de cocina…” y tras una larga trayectoria por otras escuelas y cocinas. Llegó con muchas ideas, “tuvimos un periodo de prueba y error donde fuimos aprendiendo a hacer bien nuestro trabajo y poco a poco evolucionando la cocina y sofisticándola hasta llegar a una cocina de excelencia. El gran punto de inflexión llegó cuando pasamos a formar parte del sello Relais & Châteaux. No basta con tener un hotel bonito, había que tener una cocina que estuviera a la altura. La estrella Michelin nos obligó a subir un peldaño más nuestro nivel de exigencia y ahora acaba de llegar el sol Repsol que viene a subirlo un poquito más”.
Con un menú transitorio que se ajusta constantemente a la temporada, la primavera en Molino de Alcuneza se presenta con una propuesta más fresca que la del invierno. “Es muy rica en sabores, tenemos todos los productos de la huerta, la alcachofa, el espárrago, el guisante lágrima. Vamos a introducir más pescado como la trucha, moluscos…Tratando de seguir la misma línea que seguimos siempre: platos construidos desde la tradición con ese toque de chispa y vanguardia que caracteriza a el Molino donde pierde un poco de peso la tradición de la cocina castellano-manchega, porque es más de invierno y cuchara, y damos rienda suelta a platos más desenfadados propios de las cartas de primavera y verano”.