La ciudad más famosa dentro del estado de Florida ganó popularidad como el parque de la buena vida a finales del siglo XIX con un ‘boom’ arquitectónico (el primero de muchos dentro de la ciudad) que le dio su fama de atractivo turístico con hoteles de lujo, boutiques y discotecas que hacían de segundo hogar para ricos y famosos. Cuna del art decó, el exilio latino y el renacer del arte moderno, Miami es ahora y una vez más, tu próximo destino para gozar bajo el sol.
Miami: toma gozadera
Hay dos imperios que dominan ahora mismo Miami. El primero es el del cafeÌ y lo tiene panther Coffee, una cafeteriÌa dedicada al cafeÌ de especialidad con tostador propio que distribuye a otras cafeteriÌas, restaurantes y hoteles. El segundo, el de Zak the Baker, una panaderiÌa\\/pasteleriÌa artesana que como Panther, te encuentras hasta en la sopa. Ambos saben a gloria. Si te despiertas con sabor latino, cualquiera de los restaurantes del palacio de los Jugos te daraÌn los buenos diÌas con alguno de sus zumos naturales y potentes desayunos opiÌparos.
Miami: toma gozadera
Antes de perder la cabeza por el art decoÌ de Miami Beach, es esencial parar en el barrio en el que confluyen arte y disenÌo. Fundamental perderse por Wynwood Walls, maÌs de 7.000m2 decorados con las creaciones de maÌs de 50 artistas. Ya en la zona, haz una parada caloÌrica en The salty Donut o en Coyo Taco y su tequileriÌa clandestina. Si en vez de un ruta matutina prefieres la noche, despueÌs de la proyeccioÌn de una peliÌcula independiente en O Cinema, el plan es faÌcil: una cena elaborada con ingredientes locales en alter y coÌcteles en Gramps, un antrazo miÌtico para enredarse con facilidad.
Miami: toma gozadera
Una ‘frita’ es una hamburguesa cubana elaborada con carne picada, sazonada y adornada con cebollas y ‘papitas’. Las mejores estaÌn en El Mago de las Fritas(Obama estuvo aquiÌ) acompanÌadas de una Materva, un refresco cubano de mate. Muy cerca “del mago” estaÌ La Camaronera (Guy Fieri es fan), especializado en la ‘minuta’, un bocadillo de pargo frito ahogado en salsa keÌtchup. Para el postre aceÌrcate a Versailles (Bush Jr. estuvo aquiÌ), el punto de encuentro de los exiliadoscubanos allaÌ por los anÌos 70’s. PiÌllate un ‘cafecito’ (espresso azucarado) y baÌjate el chute de energiÌa con su archiconocido saÌndwich cubano.
Miami: toma gozadera
Si el tiempo lo permite el banÌador se puede estrenar en Venetian pool, una majestuosidad de piscina en Coral Gables de estilo ‘revival mediterraÌneo’. Luego coge el coche (en Miami si no te mueves en coche, no te mueves) y diriÌgete hacia Rodeo Drive y Collins avenue para dar un paseo y admirar emblemas del art decoÌ como las curvas del hotel Carlyle, las instalaciones del Raleigh o los neones del Breakwater. Con la excusa de no hospedarte en un hotel con piscina propia, puedes dirigirte a la del hotel Freehand, la meca de la movida hipster y el lugar donde se aloja la cocteleriÌa Broken shaker.
Miami: toma gozadera
Para una cena informal Izzy’s Fish & Oyster y su ‘lobster roll’ no fallan. La fusioÌn asiaÌtico festiva de pubbelly sushi tampoco se queda atraÌs, AsiÌ como Yardbird y su pollo frito con waffles y sandiÌa picante. MaÌs formal es Joe’s stone Crab (aunque se permite el uso de babero), con una elegancia que roza la casposidad y que bien vale la pena que tengas que esperar de 2 a 3 horas por una mesa con un Dry Martini en la barra. Ya en la mesa, su especialidad son las patas de cangrejo pero tonto de ti si no las acompanÌas de una enorme racioÌn de ‘hash browns’.
Miami: toma gozadera
Irse a la cama temprano es un ultraje para la oferta nocturna de Miami. Para empezar la noche estaÌ Yaku by La Mar de GastoÌn acurio dentro del hotel Mandarin Oriental y sus coÌcteles artesanos, o la taqueriÌa Bodega, la cual esconde una discoteca detraÌs del w.c. Aunque