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Más que una bebida: el café italiano en Madrid como puente cultural

El café italiano es mucho más que una simple bebida. Es una tradición, un ritual, un momento de conexión entre personas y un símbolo de la cultura italiana.

Italia y España siempre se han considerado naciones gemelas, «países primos», por las similitudes culturales, por la proximidad geográfica claramente, pero también por las muchas semejanzas en estilo de vida, cocina y moda. Pero sabemos que el puente cultural más fuerte que podemos encontrar es siempre la cocina, con el intercambio de sabores y recetas. Uno de estos puentes culturales y culinarios lo representa sin duda el café italiano, mundialmente conocido como espresso, el emblemático y poco comprendido café ristretto, corto, demasiado corto para una larga charla quizás, demasiado sabroso para privarse de él en uno de los agitados momentos de la vida cotidiana.

El café italiano es mucho más que una simple bebida. Es una tradición, un ritual, un momento de conexión entre personas y un símbolo de la cultura italiana. Desde sus orígenes en Italia hasta su expansión por el mundo, el café se ha convertido en un elemento fundamental de la vida diaria de los italianos. Pero, ¿cómo llegó esta pasión por el café a Madrid? ¿Y cuáles son las mejores cafeterías italianas en la capital española para disfrutar de una experiencia auténtica?

La historia del café en Italia

La historia del café en Italia comienza en el siglo XVI, cuando los comerciantes venecianos trajeron el grano de café desde el Oriente Medio, específicamente de la zona del Yemen. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando el café comenzó a ganar popularidad en las cortes italianas y, posteriormente, en los cafés públicos. En Italia, el café se convirtió en una bebida social, no solo por su sabor, sino también por la experiencia que lo rodea. Las primeras cafeterías italianas, llamadas «caffè», surgieron en ciudades como Venecia, Roma y Nápoles, y rápidamente se convirtieron en puntos de encuentro para intelectuales, artistas y políticos. Estas cafeterías se convirtieron en centros de conversación y debate, un lugar donde las ideas fluían tan libremente como el café.

En Italia, no se toma café por la mañana solo, sino que se comparte entre amigos, compañeros de trabajo o familiares en un momento de relajación. Los italianos tienen una relación especial con su espresso: es rápido, potente y delicioso, y se disfruta en cualquier momento del día, ya sea a las 7 de la mañana o a las 5 de la tarde. Otros tipos de café, como el cappuccino o el macchiato, también tienen su lugar en la tradición italiana, pero es el espresso el que simboliza la identidad cafetera del país.

Por ejemplo es muy probable que si paseamos por las calles de Nápoles, hablando con un desconocido, pronto nos invite a tomar un café; una bebida tan poderosa y unificadora que hace años se inventó un ritual: «il caffe’ sospeso» (el café suspendido), basta con entrar en un bar y pedir dos cafés, uno para tomar en el momento y otro para regalar a un desconocido; en Nápoles se utilizó en la posguerra para permitir a todos, incluso a los que no tenían dinero, el placer de un café. Así, los que no podían permitírselo entraban en un bar y preguntaban: «¿hay por casualidad un café suspendido?».

Según datos del Consulado General de Italia en Madrid, la circunscripción de Madrid cuenta con aproximadamente 106.000 ciudadanos italianos registrados, la influencia de la cultura cafetera italiana ha cruzado fronteras y ha llegado con fuerza a Madrid. En los últimos años, las cafeterías italianas se han multiplicado en la capital española, ofreciendo una experiencia auténtica que va más allá de la simple taza de café.

Las mejores cafeterías italianas en Madrid

Si estás en Madrid y deseas probar el verdadero sabor del café italiano, aquí tienes algunas sugerencias:

Zuccaru

empezó siendo una pastelería y heladería siciliana en el centro de Madrid, en la Calle de Vergara 16, y otra tienda en la Calle de Palafox; pero en realidad se hizo famosa por su café ristretto; ¿la clientela? Obviamente, mayoritariamente italiana. Además del café, es realmente imposible irse de este lugar sin probar también las delicias de la cultura culinaria siciliana, como el cannolo y la cassata.

Brunetti

Música italiana, productos made in Italy, un olor a café que parece recorrer las calles de Nápoles o Roma; Brunetti encarna a la perfección el mundo italiano en todas sus facetas. El café se sirve exactamente igual que en Italia: primero un vaso de agua para eliminar cualquier sabor del paladar y luego un buen café ristretto, bien cargado. Las dos tiendas están situadas en Calle Santa Isabel 6 – Calle Caños Del Peral 9.

Café Barbieri

Desde 1902, con su estilo de Cocina ítalo-castiza el Café Barbieri, famoso por el lema: «cómo sentirse en Italia sin salir de Lavapiés». Un auténtico café donde, además de café, se puede soñar con un excelente menú, situado en C. del Ave María, 45. Tras unos años cerrado, vuelve para revivir la época dorada del estilo italiano en la capital española.

Dolce e salato

Es un tipo de local italiano con un ambiente muy casero donde no sólo se puede disfrutar de un buen café, sino también comer excelentes pasteles italianos y las famosas tartas, situado en Calle carranza 20.

Bar Tomate

Aunque no es exclusivamente una cafetería italiana, Bar Tomate se ha ganado un lugar destacado entre los amantes del café en Madrid gracias a su selección de cafés italianos. Su espresso es famoso por su calidad y sabor, y el ambiente moderno y cosmopolita atrae a aquellos que buscan disfrutar de un buen café en un entorno relajado y elegante.