El proyecto ‘Manzanas Lexus‘ nace en plena Sierra de Alcarama de La Rioja Baja, declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Como si de sus maestros artesanos Takumi se tratase, proceden al etiquetado manual e individual de adhesivos con el logo de la marca en cada pieza de fruta durante el mes de julio, sobre la piel de éstas, aún sin madurar ni colorear y se coloca en el punto de mayor incidencia de luz. Esperan a octubre para recolectar en el culmen óptimo de maduración exterior y dejan que siga su maduración completa en interior.
Con ‘Manzanas Lexus’ la firma simboliza su obsesión por dar el mejor trato a sus clientes a través del omotenashi u hospitalidad japonesa. Un concepto que se traslada también a los criterios de producción que persiguen un cultivo sostenible, equilibrado y respetuoso con el medio ambiente, rigiéndose bajo las directrices de la Producción Integrada y la Agricultura Ecológica. El resultado es un fruto saludable de gran calidad nutritiva: una manzana Fuji, de pulpa firme, crujiente y dulce. Tan apetecible como ponerse a los mandos de uno de sus coches.
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