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El icono pop ha decidido pasar parte de sus vacaciones en la Costa Amalfitana, siguiendo la estela evasiva de otras estrellas como JLo. En concreto, en el complejo Villa TreVille de Positano. Allí Madonna celebraría su 66 cumpleaños de la mano de sus dos hijas y su supuesto novio, el jugador de fútbol Akeem Morris.
Durante su estancia en Italia, la artista participó en las tradicionales celebraciones italianas de Ferragosto desde el balcón del restaurante La Tagliata en Montepertuso, con un despliegue de fuegos artificiales incluido.
Madonna quiso experimentar de lleno ‘la dolce vita’ invitando a un elenco de 30 personas a una suntuosa cena escenificada sobre el Parque Arqueológico de Pompeya, según informa una fuente a PEOPLE. La velada, orquestada por el restaurante Quattro Passi, galardonado con tres estrellas Michelin, y supervisada por el chef Vincenzo Castaldo, de Villa TreVille, se inspiró en la dieta mediterránea y las tradiciones culinarias de la Costa Amalfitana.
Los chefs del restaurante, Antonio y Fabrizio Mellino, se encargaron de diseñar ese menú en base a los gustos ‘sencillos’ de inspiración mediterránea de Madonna. Todo ello elaborado con ingredientes locales como verduras ecológicas o ingredientes del mar de la península sorrentina, anchoas de Menaica y pan casero.
Entre los platos destacaron los mini penne con calabacín y escarola aderezados con aceitunas aliñadas y piñones, bruschetta con tomates de Sorrento y aceitunas. Además, sus invitados pudieron disfrutar de otras elaboraciones estrella como un mero blanco y besugo del golfo con hierbas del Monte San Costanzo local, pizzas focaccia; así como de una secuencia de platos de berenjena.
Los postres de la región de Campania coronaron la experiencia con un banquete repleto de tartas de baba aderezadas con ron, sfogliatelle, profiteroles de chocolate y café, y tartas de limón de Sorrento.