Haz clic aquí para leer la versión en inglés.
El nuevo espacio culinario de la marca de lujo -inaugurado el 15 de noviembre- gira en torno a una biblioteca con estanterías en las que deslumbran más de 600 referencias distintas. Esa colisión entre la cultura, la moda y la gastronomía estimula la experiencia que ofrece su primer café de EEUU, instalado en la cuarta planta del buque insignia de la marca en Manhattan.
La cafetería de moda, que refleja su dirección vanguardista actual, presenta un menú creativo comisariado por los talentos locales Christophe Bellanca y Mary George, y guiado por los chefs franceses Arnaud Donckele y Maxime Frederic; que llevan colaborando con la casa desde la apertura del Café Louis Vuitton en St. Tropez.
El comedor cuenta con un interiorismo inspirado en el diseño francés, fusionado con los códigos de representativos de la Maison y su espíritu viajero. En él destacan los tonos cálidos y neutros, sobre los que generan contraste infinidad de libros de colaboradores como Stephen Sprouse y Jeff Koons, así como de creadores internacionales como Rem Koolhaas.
Un viaje culinario por la Maison
La propuesta gastronómica del café, servida sobre la porcelana fina de Limoges, cuenta con algunas de las extraordinarias creaciones pasteleras del Maxime Frédéric como el ‘Noisette Entremet’. Aquellos que quieran optar por la sección salada, podrán viajar a través de platos locales con guiños mediterráneos y franceses, como los raviolis de bogavante, los huevos trufados ‘á la coque’ hechos a la francesa con brioche, el filet mignon de boeuf o el soufflé de vieiras.
La carta de postres también representa la marca en esencia, con tres tipos de entremets, el postre de varias capas que suele servirse después del plato de queso en Francia. Cada uno de los sabores -vainilla, avellana y chocolate- es, al parecer, una firma de Louis Vuitton.
