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Este fin de semana, los reyes Felipe y Letizia viajaron hasta Galicia para visitar a la princesa Leonor, que está cursando actualmente parte de su formación militar en la Escuela Naval de Marín.
La estricta jornada oficial daría paso a un plan familiar más relajado con el que adentrarse en la tradición gallega del buen comer. Los reyes decidieron experimental el ritual en el restaurante Loxe Mareiro, un referente culinario de Carril que bebe directamente de la esencia y la frescura del mar.
Madre e hija fueron las primeras en llegar, tomando asiento en su terraza a orillas del océano Atlántico. Allí, la reina se decantó por una copa de albariño, mientras su hija optó por un simple vaso de agua. Después, ambas pasaron al interior del restaurante, una antigua estación aduanera reconvertida en templo gastronómico.
Loxe Mareiro, creado por los fundadores de Abastos 2.0, apostaron hace más de una década por un concepto claro: llevar a la mesa lo mejor de la lonja y los huertos locales. El restaurante cuenta con una carta en constante evolución y cambio, que basa su menú en las reliquias extraídas del mar a diario. Sin embargo, la familia real pudo haber disfrutado allí de algunos clásicos del local como sus almejas de Carril, su salpicón de pulpo, sus mejillones con chorizo o su exquisita dorada.
Al final de la comida, el rey Felipe VI se unió a ellas para compartir el momento del café. Aunque no sabemos si hubo un dulce para cerrar la experiencia, en Loxe Mareiro se dice que sus cañitas rellenas de crema y las tradicionales rosquillas de la panadería local se erigen como algunos de los grandes musts dulces del restaurante.