Valladolid es una de esas ciudades perfectas para pasar un fin de semana. Sus monumentos como la Catedral o la plaza mayor -inspiración de la de Madrid o Salamanca- son imprescindibles. Pero si hay otra cosa digna de visitar en Valladolid son sus bares y restaurantes, creadores de algunas de las mejores tapas del país. Estos son los restaurantes de moda de Valladolid que más nos gustan.
Suite 22
Suite 22 está en las antiguas caballerizas del Palacio del Marqués de Castromonte. Un restaurante y Gin Club «sin complejos» donde la cocina ha recibido un Sol Repsol. Entre la nostalgia de un local que lleva en pie desde el siglo XV y la decoración moderna se crea un ambiente de hogar donde los paladares más curiosos podrán probar platos que se basan en el respeto al producto.
Suite 22 cuenta con dos menús degustación: Grandes Sensaciones y el Junior. Además, de la carta no perdemos de vista la Cecina IGP de León con Foie, la corvina salvaje al horno con chile coreano y cítricos y la carrillera ibérica con regaliz y trufa.
HacheQú
HacheQú es uno de esos locales que va de boca en boca viajando por Valladolid. A los mandos de este restaurante está Rodrigo Herrero, chef que aprendió con Berasategui, Diego Guerrero y continuó su periplo en Múnich. Los platos, igual que el cocinero, no tienen fronteras. Recorremos Japón, Corea, México, Estados Unidos o nuestra propia geografía.
«Donde me lleve el hambre» es su lema y a nosotros, en un viaje por su carta nos ha llevado hasta el pan bao de cochinillo, el saumai de gambas agripicante y para los más atrevidos con los postres un bizcocho de queso azul, tartar de pera y helado de chocolate blanco.
La Malquerida
La Malquerida es uno de esos restaurantes donde todos pueden encontrar su sitio. Tanto si te gusta descubrir nuevos restaurantes como si te apetece pasar un buen rato, La Malquerida tiene un plato para ti. Cocina basada en la innovación y los productos de la tierra con «una pizca de sal y mucha pasión».
¿Qué queremos zampar? Las croquetas cremosas, las gyozas fritas de gambas, los raviolis de rabo con crema de calabaza y su jugo y, como somos golosos, los gofres. En realidad, nos comeríamos la carta entera pero no queremos abusar.
Niza
Un restaurante de comida internacional en Valladolid. Niza trae la cocina tradicional a una etapa más moderna. Se fundó en 1989 y desde entonces su recetario familiar muy viajado ha diseñado la carta del negocio.
La carta es reflejo de todos esos viajes y encontraréis crêpes, pizzas, pastas (tanto tradicionales como delicatessen) y especialidades gourmet. La oferta y combinaciones de todos ellos es amplísima y hay platos para niños, celiacos y vegetarianos.
Villa Paramesa
El clásico con el que nunca fallas y que siempre será uno de los restaurantes de moda de Valladolid que más nos gustan. Los hermanos Castrodeza han creado en Villaparamesa un espacio de pinchos, tapas muy elaboradas, buen producto y creatividad.
Su cocina creativa nos deja bocados de picoteo muy trabajados. Ejemplo de ello son: sashimi de dorada en piedra de sal, ensaladilla con buey de mar, mollejas de lechazo o t-bone de rubia gallega. De postre, los quesos castellanos y la torrija caramelizada.
Trasto
Teo Rodríguez está a los fogones de otro de los locales vallisoletanos que siempre gustan: Trasto. La cocina para curiosos, joven y original se expresa en tapas, raciones, principales y menú degustación.
¿Entre los favoritos? Las alcachofas, el renovado solomillo Rossini o el guiso de mollejas. Para el postre nos encantan el soufflé y la tarta de queso o el casero arroz con leche, «el más cremoso del mundo».