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El juez del Tribunal Supremo, Nicholas Moyne, ha dictaminado el cobro mínimo de 18 dólares la hora para los repartidores de Nueva York. Una cifra que incluso se espera que alcance los 19,96 dólares para 2025, como una medida con la que paliar la inflación y garantizar un salario digno.
Desde Uber hasta DoorDash o Grubhub se verán comprometidas a instaurar esa normativa, que no podrán ignorar, para los más de 65.000 conductores de reparto de NYC. Un salto considerable desde el promedio de 11 dólares por hora que la mayoría de los trabajadores estaban ganando.
El Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la ciudad de Nueva York propuso originalmente el aumento en noviembre de 2022, y estaba previsto que los 17,96 dólares entraran en vigor en julio, pero las tres grandes plataformas de reparto de comida impugnaron la nueva norma salarial, retrasando la resolución hasta ahora.
Ante este nuevo paradigma, una empresa que factura unos 2.4000 millones de dólares al año como Grubhub no tardó en advertir el aumento de los precios de los pedidos para los amantes de la comida.
Mientras tanto, en California, su gobernador Gavin Newsom firmó una nueva ley salarial radical que exige que los más de 500.000 trabajadores de fast food del estado tengan un salario mínimo de al menos 20 dólares por hora, que entrará en vigor el 1 de abril de 2024.