La ciudad de Madrid tiene multitud de parques para perderse, disfrutar de la naturaleza y del buen tiempo. Ahora, en plena primavera, vuelve el furor por los pícnics urbanos. No hace falta viajar a la Sierra o a otros pueblos de la Comunidad. En la capital hay grandes jardines, algunos más famosos que otros, donde se puede disfrutar de una gran experiencia gastronómica sin tener que recorrer largas distancias en coche.
Madrid Río
El pulmón verde de la ribera del río Manzanares. Encajonado entre el distrito de Arganzuela, La Latina y Usera, a poca distancia del corazón de la capital, Madrid Río ofrece varias zonas verdes donde sentarse y relajarse. El enclave está pensado para todas las edades. Cuenta con 17 áreas infantiles con columpios para los niños, una zona de descanso con hamacas, paseos, puentes que cruzan el río y unos recintos acuáticos para refrescarse. También hay espacio para la cultura en el Matadero de Madrid, que acoge exposiciones, obras de teatro y festivales de música.
Fuente del Berro
Como otros grandes parques de Madrid, el de la Fuente del Berro también tiene más de un siglo de vida. Se trata de un espacio que ocupa más de 13 hectáreas en el barrio de Salamanca, muy cerca de la M30 y del Pirulí. Al principio, sobre estos terrenos se encontraba Quinta de Miraflores, encargado por Felipe IV como un nuevo Real Sitio. Luego tuvo varios propietarios y sufrió reformas de todo tipo. En 1900, de hecho, había un parque de atracciones. Hoy es un jardín con desniveles, paseos, fuentes, cascadas, praderas surcadas, escaleras de piedra y un pequeño palacete. En Metro se llega por la Línea 6 hasta la parada de O’Donnell.
El Retiro
El clásico entre los clásicos. Todo el mundo conoce El Retiro, pero uno puede seguir perdiéndose fácilmente por sus 125 hectáreas y entre sus 15.000 árboles. Hay espacio de sobra para sentarse, comer y descansar. Dispone de zona de picnic preparada, cafetería y restaurante. Dentro del parque las posibilidades son infinitas. Hay jardines de varios tipos, avenidas, recorridos para ‘runners’, el Estanque Grande y sus barcas de remo, el Palacio de Velázquez o el Palacio de Cristal. Para los senderistas y turistas, además, destacan dos rutas: un recorrido por las estatuas más interesantes de El Retiro y otro por la senda botánica. El parque está muy buen conectado. Se puede llegar en Metro (paradas de Ibiza, Retiro y Estación del Arte -antigua Atocha-) y por diversas líneas de autobús. En los alrededores hay una gran variedad de restaurantes y cafeterías.
Parque del Cerro del Tío Pío
Al Parque del Cerro del Tío Pío se le conoce popularmente como el ‘de las siete tetas’. El apodo hace justicia con la forma de sus colinas. A diferencia de los anteriores, este espacio natural está un poco más alejado del centro de la ciudad: en el distrito de Puente de Vallecas. Sólo se llega a través de la Línea 1 de Metro (paradas de Buenos Aires y Portazgo), gracias a unas pocas líneas de autobús o en coche. Son famosas las vistas que hay de Madrid desde la zona alta del parque. Tiene un mirador y varias praderas. También dispone de equipamientos deportivos, carril bici y un quiosco.
La Quinta de los Molinos
Almendros, Olivos, Pinos… El quinto y último parque donde pasar una buena jornada de pícnic se encuentra en el distrito de San Blas-Canillejas, no muy lejos del estadio del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano. Es un espacio pensado para niños, adolescentes y familias. Su historia se remonta a la década de 1920. Formó parte del patrimonio de César Cort Botí, un prestigioso ingeniero, arquitecto y urbanista. Sin duda, las protagonistas de la Quinta de los Molinos son las flores rosadas de los almendros. Dispone, además, de instalaciones deportivas y zonas para mayores. La parada de Metro más cercana es Suances, de la Línea 5.